Cualquier tiempo pasado...

Reconozco que el pasado domingo 10 viví con cierta nostalgia el debut del Força Lleida en la presente temporada. Volví 20 años atrás en mi relación con el baloncesto. El Lleida, ahora ICG y entonces Caprabo, volvía a jugar contra el Estudiantes, un histórico venido a menos. Y es imposible no recordar los enfrentamientos que tuvieron los dos equipos.

Podemos remontarnos a la temporada 2001-2002, la primera en la añorada Liga ACB, cuando el Caprabo, dirigido por Edu Torres y Miquel Domingo, contaba con una plantilla formada por jugadores como Lucas Victoriano, Roger Grimau, Sergio Ramos, Berni Álvarez, Aaron Bramlett, Jaume Comas, Michael Ruffin, Nacho Romero, Manel Bosch, Bryan Sallier, Berni Tamames y José Lasa.

En el bando contrario y bajo la dirección del que después sería seleccionador español Pepu Hernández, estaban hombres como Nacho Azofra, Carlos Jiménez, Marlon Garnett, Germán Gabriel, Nacho Yáñez, Hernán Jasen, Andrae Paterson y los hermanos Reyes, Alfonso y Felipe, este con solo 21 años y antes de irse al Madrid.Evidentemente, eran otros tiempos. Tiempos en los que la ciudad vibraba con los enfrentamientos contra el Madrid o el Barcelona.

Tiempos en los que había largas colas para acceder a un Barris Nord, que se llenaba partido tras partido.

Aquella temporada el equipo acabó en octavo e incluso jugó el play off por el título, en el que cayó frente al Barça. Ahora, la situación es bien distinta.

No hay colas, al pabellón acuden poco más de 1.000 personas y hay serias dificultades para cubrir el presupuesto.

En esto del baloncesto podemos decir que cualquier tiempo pasado fue mejor. Por cierto, la temporada 2001-2002 ganamos al Estudiantes en los dos partidos (86-74 y 64-70).