A este Lleida Esportiu le falta todavía un hervor

Tres puntos de nueve posibles. Una victoria y dos derrotas. En los tres partidos, idéntico resultado (1-0, dos en contra y uno a favor). No es que sea un horroroso inicio de campeonato pero tampoco es bueno. Esto no ha hecho más que empezar y claro que hay margen de mejora, de acuerdo, pero es que este Lleida, después de una pretemporada irregular, apunta tantas buenas como malas maneras. Está a medio hacer.

Los equipos poderosos, los que al final están arriba, comienzan en la portería y acaban definiendo en el área contraria. Y no nos referimos a los grandes de verdad (Ter Stegen y Lewandowski, Courtois y Benzema, Oblak y Joao Félix...) sino a los más terrenales. El Lleida, por ejemplo, siguiendo la tradición, la tiene bien cubierta. Pero delante es otro cantar. El equipo se descapitalizó a final del ejercicio anterior con la marcha de Joel Febas, Moha y Joanet.. Solo ha marcado un gol en tres jornadas y lo ha firmado un defensa, Arnau Gaixas.

Tanto en La Pinilla turolense como en el Antonio Puchades valenciano, el ataque del Lleida ha dejado mucho que desear. Apenas un par de tímidos remates para satisfacción de los guardametas rivales. O sea que aquí hay mucho camino por recorrer ante la presión, que sigue creciendo para el proyecto Pereira-Javaloyes. Ya apuntábamos hace una semana todos los condicionantes que pueden marcar la trayectoria de un equipo que, por desgracia, no va a tener más tranquilidad que la que aporte la victoria. Y esa no tiene que llegar solamente en el Camp d’Esports, donde es clave hacerse fuertes, el próximo domingo (12.00 horas) ante la Peña Deportiva, sino en el siguiente desplazamiento a Formentera, un campo que tradicionalmente se le ha dado siempre mal al Lleida.

Pero no hablemos de estadísticas. Ayer los de Pere Martí rompieron otra: cinco partidos consecutivos ganando al Valencia-Mestalla. Claro que para el recuerdo en el campo del filial valenciano (por aquel entonces aún no tenía el actual nombre de uno de los referentes del futbol ché, Antonio Puchades, sino el de Ciudad Deportiva de Paterna) siempre nos quedará aquel espectacular y enloquecido 3-3 final de la temporada del segundo play off con Toni Seligrat como entrenador. Un duelo goleador entre el azul Jaime Mata y el local Paco Alcácer, que firmó un hat trick, dos emergentes jugadores por aquel entonces. ¡Bueno, Paco, más, aunque los dos acabaron siendo internacionales absolutos!

Aplausos: La fidelísima afición del Lleida. En escaso número pero estuvo en el Antonio Puchades animando al equipo. Y ese es un detalle que se viene repitiendo desde meses y temporadas atrás. Detalles así no tienen precio.

Abucheos: Aún hay demasiadas incógnitas en la composición real de la plantilla, con jugadores que no se sabe bien si están o no. Falta información para tranquilidad de propios y extraños.