LA CONTRACRÓNICA
No diga gol, diga Campins y la defensa rival
El fútbol tiene estas cosas. Las rachas, buenas o malas, son cíciclas. El Lleida está ahora mismo en modo positivo. Suma dos victorias consecutivas, es decir, seis de seis y ya ha salido del play out ayudado por su triunfo ante el Aragón y los resultados de la jornada. La promoción de descenso la marca ahora el Alzira, a un punto del Esportiu, que, mira por donde, será su próximo rival (sábado, 18.00 horas). El descenso directo, que lo marca el Prat, está ya a tres puntos y por arriba, Badalona, queda a uno y el Saguntino, a dos.
O sea, que aunque con sufrimiento, que tampoco podía ser de otra manera, la situación parece menos desesperada que hace tan solo 15 días. Sin embargo hay un detalle que llama la atención. Aunque el balance de goles a favor y en contra sea ahora de +1, su capacidad goleadora es una de sus asignaturas pendientes que no mejora.
De hecho los últimos seis puntos sumados se deben a dos goles de un defensa, Campins, que ya se ha revelado como el mejor, y más rentable, de los fichajes de invierno, y también de otros dos autogoles de la defensa rival. Una anécdota, si se quiere, pero significativa. Sabemos que no es motivo de especial orgullo que un defensa sea el goleador del equipo pero ojalá siga así hasta final de temporada.
Aplausos: Más allá del triunfo, y de la enésima y loable intentona del Lleida para sumarse a las causas solidarias de su entorno, hay que destacar un hecho, pragmático, si se quiere, pero elogiable: gracias al convenio con el IMO, la Tribuna del Camp d’Esports estaba como los chorros del oro.
Abucheos: Insistimos en el tema. Las acciones sociales del club en el descanso quedan deslucidas por el escaso interés de los espectadores, pero también por la pésima megafonía que hace que el evento pase de lo más desapercibido.