El Lleida sí que disfruta, por una vez, de la Diada

Vale. Se ha ganado, sí, y quedan aún nueve puntos por disputar pero lo cierto es que ayer, en el Camp d’Esports, se conjugaron los astros para que el Lleida pudiera disfrutar de una Diada como dios manda. Ya lo advertíamos en la previa. Este domingo era un día de rosas, libros y.. goles. Y se cumplió el deseo. Los de Viadero marcaron, no uno, no, dos. No es que sea una cifra desorbitada pero cabe recordar que los azules han andado cicateros en el apartado anotador. De todos los partidos disputados, tan solo en ocho han alcanzado este guarismo (y en uno, el del Rico Pérez de la primera vuelta, lo doblaron, 0-4).

Así que hay que celebrar como se merecen los anotados ayer por Nani y Gaixas, que tuvo que entrar por la lesión de Figueras. Curioso, por otra parte, que de nuevo fuesen dos defensas los que sacaron las castañas del fuego al equipo.En cualquier caso, y a lo que íbamos, los resultados de la jornada no han podido ser más satisfactorios para los intereses leridanos. El play out queda ya a tres puntos, y con un average general optimista.

Por abajo ya han descendido Mallorca B y Ebro. E Ibiza y Olot, que se despedazaron entre ellos, casi casi. Pero es que eso no es todo.

Cómo estará de enloquecido este grupo tercero de la Segunda RFEF que, hasta hace dos días el Lleida solo podía mirar hacia abajo y calculando cómo de dura podía ser la caída al abismo de la Tercera. Y ahora, con su triunfo ante el filial mallorquín y el resto de resultados, el play off de ascenso, o la quinta plaza –tampoco no nos pongamos estupendos–, está tan solo a cinco puntos con nueve todavía por disputarse.Así que, estos tres últimos partidos: Badalona y Espanyol B, fuera, y el Prat, que ahora marca la promoción, en la despedida del Camp d’Esports y en horario ya unificado –doce del mediodía– al ser la penúltima jornada liguera, pueden resultar apasionantes en caso de conseguir una triple victoria.Pero bueno, tampoco hay que dejarse llevar por la euforia ahora que se han encadenado dos victorias. Hay que seguir con el mono de trabajo y nada de vender la piel del oso antes de cazarlo.

Los entusiasmos sin demasiado fundamento, como podría ser este caso, está demostrado que los carga siempre el diablo. Así que, a pensar en el Badalona y lo demás, si es que viene, ya vendrá por añadidura.

Aplausos: La victoria y el éxito de la iniciativa del club consistente en que aportando un libro la entrada era gratuita. Se recogieron muchos y la grada presentó un buen aspecto.

Abucheos: La desgracia se cebó con Viadero en forma de lesiones. Por primera vez podía contar con todos los jugadores de la plantilla y antes del descanso tuvo que sustituir a un intocable como Roger Figueras con problemas en la clavícula tras una aparatosa entrada de un rival mallorquín, que provocó otra aparatosa caída.