LA CONTRACRÓNICA
El fortín de Pisuerga
Ayer jugaron dos de los equipos que consideran sus pabellones verdaderos fortines, dos plantillas que cuando juegan en casa el público es el sexto jugador desde el comienzo hasta el final del partido. Unos espectadores que animan, espolean y si procede presionan al rival cuando es necesario. Unas aficiones que no bajan los brazos en ningún momento durante los 40 minutos de juego y creen en las grandes posibilidades que tienen sus equipos para conseguir grandes hitos.
Ante estas suposiciones iniciales, en el play off que empezó ayer podría ser determinante el factor pista, que en este caso tiene el Valladolid, ya que en un hipotético quinto partido se jugaría en su fortín. Pero todos sabemos que una cosa es la liga regular y la otra un play off, donde está la presión añadida, porque uno de los dos equipos se quedará fuera de las posibilidades de ascenso a la ACB. Durante gran parte del partido el Valladolid parecía que estaba más incómodo en la pista, por el hecho de que le pesaban las urgencias para devolver la ciudad a la ACB, de hacer un buen partido ante su afición y afianzar su buen juego en su pista.
Pero en el tramo final el sexto jugador ha sido muy importante, animando al equipo y poniéndolos en el partido.El Valladolid ya tiene una victoria, y ahora las urgencias pasan por el Força Lleida, que ha visto como en el primer asalto no ha podido conquistar el fortín. El equipo visitante no tiene mucho tiempo para rearmarse, pero esperemos que en el segundo partido los de Ponent acaben conquistando el Polideportivo de Pisuerga, replieguen filas y se hagan fuertes en casa. La batalla será dura y muy igualada, y ganará el que pueda conquistar el fortín del otro.