LA CONTRACRÓNICA
El Lleida se apunta al más difícil todavía para ser de nuevo líder
La remontada es una de las variantes futbolísticas que más enganchan al personal, eso o ganar en el añadido, aunque sea de penalti. Mucho más que una plácida goleada antes de la media hora final. Y el Lleida se está aplicando con ahínco y acierto a la tarea. En casa lleva cuatro victorias en cuatro partidos. Un 1-0 ante el Saguntino, cuando el 0-0 estaba ya cantado, y tres triunfos por 3-2. Los dos primeros, ante Terrassa y Peña Deportiva, levantando en la segunda parte un 1-2 adverso.
Pero es que ayer, en un Camp d’Esports que registró la mejor entrada de la temporada, los de Viadero se apuntaron, en plan circense, al más difícil todavía y fueron capaces de superar el 0-2 adverso con el que se retiraron al vestuario tras los primeros 45 minutos.
Y los cinco de añadido. Y, además, ante un Valencia Mestalla que en el primer tiempo se mostró como el mejor equipo que ha pasado, hasta ahora, por el feudo leridano.
Pero es que en el segundo tiempo –¿qué tendrá la portería del Gol Nord que siempre es testigo de las mejores hazañas deportivas de los jugadores azules?–, el Lleida, y el rival también, fueron otros. Viadero les debió leer la cartilla en el vestuario y aquello fue el acabose.
Los goles de Campins, Chuli, que hay que ver el idilio que mantiene con la afición, y Agüero le dieron la vuelta al marcador, como si de un calcetín se tratase, para conseguir que, de nuevo, los tres puntos se quedasen en casa. Tres puntos que, además, permiten recuperar el liderato, perdido hace siete días, aprovechando el tropiezo del Hércules ante el Europa.
Pero es que aún hay más, la tercera plaza ya está a cuatro puntos y el primer equipo fuera del play off de ascenso, el Manresa, a ocho. Y, además, con un nuevo partido en casa, el próximo domingo ante el Espanyol B. No será fácil ganarle, seguro, pero la ilusión ahora mismo entre la afición azul es total.