El Lleida no escarmienta y todo apunta al “aquest any tampoc”
El final fue esperpéntico con un botellazo desde la grada a un miembro del staff técnico del Yeclano, que obligó al colegiado Manuel Ramírez Marco a decretar la suspensión del partido, cuando aún restaban por jugarse cinco de los diez minutos de añadido que había decretado el árbitro aragonés. Minutos de incertidumbre, con más lanzamiento de botellas desde la zona de Tribuna, hasta el anuncio de la suspensión definitiva.En cualquier caso es probable que habrá sanción para el Lleida y, peor aún, creará un ambiente de lo más hostil el próximo domingo en el partido de vuelta en Yecla, a partir de las siete de la tarde. Sea como sea, el Lleida confirmó lo que ya se intuía, que de aquel equipo ilusionante de la primera vuelta, que sorprendió a propios y extraños, ya no queda nada. Es un equipo fundido, desnortado y que no sabe como afrontar los duelos ante los equipos de peso de la categoría. Fue incapaz de ganar –seis derrotas y dos empates– al campeón Hércules y a los tres equipos que le precedieron en la clasificación (Europa, Badalona Futur y Sant Andreu) y, volvió a pinchar en la ida del play off ante un Yeclano que hizo lo que todos: Aguantar atrás y sacar provecho en una jugada a balón parado. El Lleida, salvo un remate al palo de Chuli en el añadido, no tuvo capacidad de reacción y el portero local Iñaki Alvárez acabó siendo el mejor, evitando con sus paradas que la derrota fuese mayor.A falta del partido de vuelta, la eliminatoria igualada daría el pase a los murcianos. La sensación de que la temporada va camino de ser una decepción mayúscula se abre paso pasando del “aquest any, si”, se está pasando al “aquest any tampoc”. Y además, otro detalle. Lleida y Yeclano se habían enfrentado seis veces en partido oficial –tres victorias azules y tres empates–. Y a la séptima ganó el Yeclano.