Un equipo de ACB, una cantera de ACB
El pasado viernes se hizo la presentación de la base del club, en la que se pudo observar la gran tarea que se hace a nivel de formación. El Força Lleida sacó pecho con el volumen, 350 jugadores y jugadoras, pero también habría que esforzarse por destacar también en calidad, pudiendo dar oportunidad a las jóvenes promesas para que jueguen con el primer equipo. Con la línea femenina es más normal ver jugadoras formadas en los equipos base jugando con el primer equipo, pero en la línea masculina parece que eso cuesta más. Los equipos más punteros tienen siempre algún jugador formado en los equipos base del club, mientras que en los equipos con presupuestos más bajos parece que les cuesta más dar oportunidades a jóvenes jugadores que vienen de abajo. El otro día debutó un canterano con 17 años, Ferran Mauri, porque todavía no ha llegado el fichaje de un segundo base. Me pregunto por qué no se puede apostar por alguien de la casa. El objetivo y la filosofía de un club modesto como el Força Lleida tendría que ser que el primer equipo pueda tener jugadores formados en su cantera, así se demostraría que hay una apuesta clara por ella, que se está trabajando muy bien y se podría asegurar que el talento joven no se marche a las categorías de otros clubes. Por qué un jugador joven del Juventud de Badalona o del Barça tiene que ser mejor que uno del Força Lleida. Ahora el primer equipo está en ACB, y la base debe apostar por ser también un referente y sacar jugadores que puedan jugar al más alto nivel. Un equipo de ACB tendría que tener una base de ACB. Se está trabajando bien, pero quizás hace falta que en Lleida se den más oportunidades a la gente de Lleida.