Este Lleida no sabe ganar ni jugando contra diez
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El Gol Nord va mostrar dos pancartes de protesta abans del partit. - JORDI ECHEVARRIA
Se veía venir y así ha sido. Esta semana en la que el Lleida se jugaba parte de sus opciones, no todas evidentemente pero sí parte de ellas de quedarse en la zona noble de la clasificación, se ha hablado de todo menos del choque ante el Olot. Y eso no era un buen presagio. El Lleida sigue sin ganar en este 2025 con cinco empates consecutivos y son ya.. trece.
Pero es que en este enésimo empate, se produjo un hecho capital: los de Marc Garcia jugaron 70 minutos, sí, 70, más los añadidos del primer y segundo tiempo, en superioridad numérica. El árbitro valenciano Guijarro Colomer expulsó con roja directa al olotense Uri González por una durísima entrada a Quadri, que tuvo que ser sustituido a los 20 minutos de partido.
Y, las cosas como sean, el juego actual de este Lleida es tan plano y previsible que ni se notó sobre el césped. O sea, que otro paso atrás. El ascenso directo queda ya a siete puntos y la última plaza de play off, la quinta, a tres, que comienza a verse ya lejana desde la décima posición que ocupa ahora mismo este Lleida que necesita que alguien le dé un buen meneo para ver si puede salir de ese interminable bucle de mediocridad en el que se encuentra metido hace ya demasiadas jornadas.
En relación al tema de la semana nos ratificamos en lo dicho anteriormente. A falta de la manifestación convocada para hoy, el plebiscito que se planteaba en las gradas del Camp d’Esports pasó casi desapercibido. Un par de pancartas en el Gol Nord y poco más. Esta guerra, salvo a los incondicionales de uno y otro bando, no ayuda a ninguno de los dos.
El sentido común, que es lo que debería imperar, parece que se ha ido de vacaciones. Al actual equipo de gobierno de la Paeria le provoca urticaria pasar a la historia como responsable de desocupar al club y este se aferra a ser la víctima de todo este vodevil. Y así nos luce el pelo.