El liderazgo de Julio César no es tan lejano
(*) CLO de Ingenio Leadership School & Executive HR Talent. Profesor asociado de la UdL.
Les propongo detenerse un momento para revisar lo que hizo Cayo Julio César hace 2000 años. Me llama la atención su liderazgo, más allá de las guerras que inició o la crueldad que empleó, porque tuvo que guiar, motivar, ser flexible, calcular, arriesgar y obtener resultados con los medios que tenía, que no siempre fueron abundantes. En primer lugar, siempre tuvo visión estratégica, tenía una idea precisa de dónde quería llegar. Aunque ese lugar fuera el poder sobre la Roma republicana, lo que hizo es un ejemplo porque tuvo que conseguir cargo tras cargo en elecciones reñidas y sin el dinero que tenían sus rivales, tuvo que convencer, tuvo que conectar con sus posibles partidarios y que entendieran lo que él necesitaba y lo que estaba dispuesto a hacer.Tuvo flexibilidad, se adaptó y maniobró en muchos momentos de su vida, algunos de ellos adversos. Tal vez fuese una persona adaptable por haberse criado en el barrio más humilde de la Roma de aquel tiempo, o porque durante media vida, antes de saquear Hispania y Galia, tuviera que conseguir financiación para todas las elecciones a las que debía presentarse. Y en cuanto a sus campañas militares, su flexibilidad le hizo vencer a enemigos que disponían de más hombres o más naves, y en una lista limitada tendríamos a Ariovisto, Vercingétorix, Ptolomeo XIII, los tréveros, los helvecios, Pompeyo, y sus partidarios en África e Hispania.En lo que respecta a inteligencia emocional, César entablaba relaciones políticas o de amistad, buscaba resolver conflictos, y dejaba hacer a sus subordinados. Todo esto convertía su entorno en un lugar en el que se podía estar y trabajar. Comprendía y entendía a los demás, y por ello siempre se le tuvo por un seductor, es decir, conoció y mantuvo gente muy competente a su alrededor y apoyo estable en los vaivenes políticos que experimentó. Por otro lado, una cosa que no delegó fue comunicar lo que hacía y transmitir por qué y cómo lo hacía. Además de conquistar territorios y derrotar enemigos de Roma, explicó a la clase política y al pueblo romano las circunstancias de sus actos, aunque fuera para justificar sus batallas y para promocionarse políticamente.No hay liderazgo efectivo sin decisiones acertadas. Aunque César fuera atrevido y decidido, evaluaba las informaciones que le llegaban, y los posibles riesgos y beneficios de sus movimientos, que eran más rápidos que los de sus oponentes. Aunque tuvo amantes y riquezas nunca se dejó llevar por ellas, sus actos no estuvieron marcados por sus gustos o sus debilidades.Tampoco existe liderazgo sin motivar a quienes tienes al lado. César solía motivar con su ejemplo y con su cercanía, también con su dinero o sus nombramientos políticos. Dominaba el contacto cercano y eso le sirvió para conseguir partidarios, y que además fueran fieles. Por supuesto, quien lidera no es perfecto y comete errores. Es legendario el error de cálculo de César al asistir al Senado cuando sabía que había una conspiración en su contra. Recordemos el histórico “¡Cuidado con los idus de marzo!” y las 23 puñaladas que le asestaron. Pero a diferencia de César, podemos equivocarnos y levantarnos y seguir contribuyendo al avance o al éxito de nuestro grupo.