Nuevo matrimonio, nuevas crisis

STATE OF THE UNION (T2)

Ha llegado una nueva pareja en crisis marital a la galardonada serie de formato corto con un Emmy, State of Union (2019). Lamentablemente, la segunda entrega de esta comedia romántica británica, escrita y creada por Nick Hornby (Un niño grande, Brooklyn) y dirigida por Stephen Frears (Las amistades peligrosas, Philomena), no ha terminado de llegar a la altura de su antecesora. Para quienes se la perdieron, la trama giraba en torno al matrimonio conformado por Tom (Chris O’Dowd) y Louise (Rosamund Pike), quienes acuden a sesiones de terapia para evitar su divorcio.

Cada uno de los 10 capítulos tenía una duración de 10 minutos, y la gracia residía en sus sarcásticas discusiones de pareja. En esta ocasión se emplea el mismo enfoque, pero toma el relevo otro dúo mucho más veterano, con 30 años de enlace a sus espaldas, compuesto por Scott (Brendan Gleeson), un hombre de tradiciones y hecho a sí mismo aunque con una mentalidad arcaica, y Ellen (Patricia Clarkson), una abanderada progresista de las tesis feministas blancas. También se ha cambiado la localización de las sesiones, antes al otro lado de un pub del Reino Unido, ahora encima de una cafetería hípster de Connecticut, en Estados Unidos.

Y es aquí donde entra la piedra angular de esta segunda temporada, aunque exageradamente estereotipada: Jay (Esco Jouléy), la joven de etnia afroamericana que además es asexual y utiliza los pronombres they/them, encargada de dirigir el local y también de dinamizar las interacciones entre Scott y Ellen junto a los terapeutas. Porque si en la primera entrega la afilada pluma de Hornby estuvo enfocada en la diversión, aquí va mucho más dirigida a profundizar en el distanciamiento ideológico generacional y al conflicto entre posturas sociopolíticas encontradas. Esto puede llegar a resultar algo confuso para el espectador en los primeros capítulos, teniendo en cuenta que la anterior temporada se caracterizó principalmente por su humor inteligente y distendido desde el primer minuto.

Sin embargo, es honesto señalar que el guion va ganando en interés a medida de que transcurren los siguientes episodios, debido principalmente a los giros que dan los protagonistas y sus interacciones. Y es gracias a la escasa duración de cada episodio que podemos llegar a ese punto de inflexión sin apenas tiempo de pensar en cambiar de programa, afortunadamente, porque el resultado puede merecer la espera.