Un año de mejoras y progresos para España

Se ha cumplido un año desde las Elecciones Generales celebradas el 26 de junio de 2016 y ganadas por Mariano Rajoy con mayor diferencia que en diciembre del 2015; pero no fue suficiente porque los promotores del no es no bloquearon la formación de Gobierno, que se retrasó cuatro meses y que sólo fue posible tras arduas negociaciones con fuerzas políticas afines que cristalizaron en pactos en favor del interés general.

En estos ocho meses de gobierno, se ha puesto en marcha el 60% de esos acuerdos en los que cabe destacar, por citar algunos, el aumento del salario mínimo interprofesional un 8%, el Bono Social Energético para proteger a los consumidores más vulnerables, la devolución de las cláusulas de las hipotecas, las mejoras recogidas en la Ley Integral de Autónomos, la ampliación del permiso de paternidad de dos a cuatro meses, la estrategia nacional contra la violencia de género, la creación de una comisión permanente contra la corrupción y las mejoras para los parados de larga duración.

El gran éxito, sin embargo, de esta difícil legislatura que, con tanto aplomo y serenidad lleva adelante el Presidente Rajoy, ha sido la aprobación de los PGE de 2017 con 176 votos a favor, los del PP, UPN, Foro Asturias, Cs, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias; que son los presupuestos más sociales de la historia porque 72 de cada 100 euros están destinados a políticas sociales. Más de 14 millones de personas recibirán sus prestaciones, 140.000 millones de euros en pensiones están garantizados y las CCAA dispondrán de más de 5.000 millones de euros en financiación extra para mejorar los servicios públicos que tienen transferidos: sanidad, educación y servicios sociales.

Se consolida la rebaja fiscal del IRPF y del Impuesto de Sociedades de años anteriores, el crecimiento económico y la creación de empleo. Tras la destrucción de 3,5 millones de empleos durante los últimos años de gobierno socialista, 2.200.000 personas han encontrado un puesto de trabajo en los últimos cuatro años de gobierno del Partido Popular, más de un millón de ellos para mujeres. Se ha pasado de destruir 1.000 puestos de trabajo al día en 2011 a que lo encuentren ahora 2.700 personas. En el último año, 683.575 personas han encontrado un nuevo empleo y de ellos, 56.832 son jóvenes. Y todo ello, cumpliendo nuestros objetivos y compromisos para reducir el déficit.

Los aguafiestas, que no faltan, achacan el éxito de nuestra economía al viento a favor, pero también lo tiene Alemania, que crece la mitad, o Francia e Italia, que crecen una tercera parte. Lo cierto es que, los que sólo quieren ver la precariedad de los empleos, ocultan que la contratación indefinida se ha incrementado un 14,8%, que se han recuperado dos de cada tres empleos perdidos y que es mucho más precario un parado que un empleado.

En definitiva, el esfuerzo ha sido grande, la colaboración y el sacrificio de la ciudadanía también, pero el objetivo del Presidente Rajoy convertido en obsesión es la creación de empleo, que es lo que garantiza la sostenibilidad de los servicios sociales y hace cada vez más cercana la reiterada meta del 20-20: 20 millones de empleos en el 2020. Esperemos que, en el mes de julio, se apruebe el techo de gasto para 2018 para que en otoño se puedan aprobar los PGE de 2018, lo que permitirá agotar prácticamente la legislatura.

Una legislatura no exenta de enormes dificultades que sin duda serán vencidas por el mejor Presidente que España puede tener en estos momentos, no sólo en la regeneración democrática, sino también y sobre todo en la defensa de la unidad de España, la igualdad de todos los españoles y el respeto al Estado de Derecho y a la Constitución que nos obliga a todos.

Como es natural, Lleida no escapa a estos buenos datos que acompañan la excelente gestión económica de este Gobierno. Desde mayo del 2016 a mayo de este año tenemos 4.128 parados menos, se han incorporado en el último año 8.282 personas a la Seguridad Social y, desde diciembre del 2011, hay 3.787 pensionistas más, que cobran 136 euros más al mes de pensión media y los leridanos pagan 372 euros menos per cápita que en el 2011. Y de estas cuestiones; los del choque de trenes y los de cuanto peor mejor son de las que no quieren ni oír hablar.