Por una Lleida implicada y conectada con Europa
Las cuestiones europeas pueden parecer, a priori, muy alejadas de nuestra realidad municipal: aceras, basuras, inseguridad, instalaciones deportivas, transporte público, IBI, entre otras. Sin embargo, las políticas europeas tienen un gran impacto en la vida de los ciudadanos del viejo continente, sin excepción, es decir, también en la de los leridanos, como bien saben los agricultores de nuestra tierra que han sido beneficiarios de las ayudas económicas de la PAC (Política Agrícola Común). Al mismo tiempo, Europa ha sido en las últimas décadas, y sigue siendo ahora, un espejo donde se han reflejado nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros logros y nuestros fracasos. Europa nos llama la atención cuando hacemos algo mal. Europa ha sido una de las barreras con las que ha topado el infame proceso independentista en Cataluña. La Unión Europea afronta hoy importantes retos como mantener su seguridad ante la amenaza rusa y del terrorismo islámico, decidir si desarrollar una política de defensa propia desvinculada de EEUU , frenar la inmigración irregular, asegurar el cumplimiento del estado de derecho en todos sus estados miembros y promover el crecimiento económico en sus economías más estancadas. España, desde su ingreso en el club comunitario en enero de 1986, se ha beneficiado de su pertenencia a Europa, gracias a los fondos de desarrollo, aunque esta pertenencia al club europeo ha supuesto también algunos retos, como los causados por la moneda común y la imposición de controlar el déficit. En el contexto actual, las bien intencionadas políticas comunitarias para rebajar las emisiones de dióxido de carbono y frenar el cambio climático suponen un reto para los agricultores, los transportistas y los ciudadanos que necesitan usar el coche. Creo en una Lleida que apoya y se implica en la sostenibilidad y el medio ambiente, aunque con sentido común y minimizando su impacto económico. No acepto la apología ideológica que criminaliza a los trabajadores del campo tratándoles como apestados, cuando son los que más debemos apoyar. ¡El sector primario es esencial para la provincia de Lleida y tiene todo nuestro apoyo! Pese al afán regulador de la UE ha merecido la pena y sigue mereciendo la pena ser ciudadanos de la UE. La historia de la UE ha sido una historia de éxito. Por eso, en mí encontrarán el impulsor de un lleidatanisme proeuropeo. Como saben, creo en hacer políticaspor y para Lleida, influyendo en Barcelona y Madrid, en lugar de practicar la sumisión a estos centros de poder autonómico y estatal, como hacen las delegaciones socialistas y secesionistas en Lleida. Como saben, soy un defensor de los valores cristianos. Hago hincapié en ello porque no hay nada más europeo, en su esencia, que una visión cristiana de la vida, la sociedad y la política, teniendo en cuenta que algunos de los más destacados padres fundadores de la UE, como Schuman, Adenauer y Monnet, eran cristianos convencidos. Fueron sus ideales cristianos los que les movieron a buscar la reconciliación europea tras dos guerras mundiales e impulsar vínculos interestatales. Aunque la Europa comunitaria de los padres fundadores empezó como un proyecto de cooperación exclusivamente económica, y aunque Europa es hoy muy diversa también a nivel religioso, no se pueden negar las raíces y la esencia cristianas de Europa. En la Lleida Implicada creemos en una Europa fuerte, unida en su diversidad, en una España que intente liderar en Europa y, sobre todo, en una Lleida europeísta. Creo en una Lleida abierta a Europa, implicada en Europa, pero no quiero que esa creencia ilusionante, bien sonante, se quede en el ámbito de las palabras, de los deseos, de las ideas, como muy a menudo pasa en política. Quiero hechos, como he demostrado en los últimos casi 5 años como concejal en la Paeria. En el PP Lleida estamos preparados y afrontamos las elecciones europeas con ilusión, motivación y esperanza. Salimos a ganar. ¿Nos ayudáis a sumar?