Un estudio efectuado por expertos españoles demuestra los beneficios del ayuno intermitente para perder peso
El trabajo demuestra que cenar antes de las 17:00 horas ayuda a reducir grasa abdominal y mejora la salud cardiovascular en personas con obesidad
Una bàscula.
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Granada, la Universidad Pública de Navarra y el Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) ha arrojado luz sobre los efectos positivos del ayuno intermitente en la pérdida de peso y la salud cardiovascular de personas con problemas de obesidad en España.
La investigación, que contó con la participación de 197 personas (50% mujeres) de entre 30 y 60 años, reveló que realizar la última ingesta de alimentos antes de las 17:00 horas y posteriormente no cenar por la noche es una estrategia segura y eficaz para reducir la grasa subcutánea abdominal, especialmente después de períodos de excesos como las fiestas navideñas.
La obesidad en España: Un desafío para la salud pública
En España, la prevalencia de sobrepeso y obesidad alcanza cifras alarmantes: el 70% en hombres y el 50% en mujeres. Esta condición se asocia a múltiples alteraciones metabólicas como la diabetes tipo 2 y aumenta exponencialmente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer.
Según los científicos, este preocupante aumento de peso en la población no solo impacta en la calidad de vida de las personas, sino que también supone un desafío para el sistema de salud pública. Por ello, los investigadores trabajan en la implementación de estrategias efectivas y sencillas para abordar este problema.
El ayuno intermitente como alternativa a las dietas tradicionales
Si bien las dietas de restricción calórica ayudan a perder peso y mejoran la salud cardiovascular, su mantenimiento a largo plazo suele ser difícil. Ante esta situación, surge el ayuno intermitente como una alternativa prometedora.
El ayuno intermitente consiste en alternar períodos de ingesta con períodos de ayuno que pueden durar desde horas hasta días. Un tipo de ayuno intermitente que ha ganado popularidad en los últimos años es aquel que reduce el número de horas de ingesta y prolonga las horas de ayuno cada día, conocido como restricción horaria de la ingesta de alimentos.
En España, las personas suelen tomar su primer desayuno entre las 7:00 y 8:00 horas de la mañana y cenan entre las 21:00 y 22:00 horas de la noche, lo que implica una ventana de ingesta de 12 a 14 horas. En el ayuno intermitente, esta ventana se reduce a 6-8 horas, ayunando durante 16-18 horas.
Resultados del estudio: Beneficios del ayuno intermitente temprano
El estudio multicéntrico, aleatorizado y controlado, llevado a cabo en Granada y Pamplona, dividió a los participantes en cuatro grupos: habitual, ayuno temprano (ventana de ingesta aproximadamente de 9:00 a 17:00), ayuno tardío (aproximadamente de 14:00 a 22:00) y ayuno autoseleccionado (los participantes elegían su propia franja horaria).
Los resultados revelaron que, aunque el ayuno intermitente no mostró beneficios adicionales en la reducción de grasa visceral en comparación con un programa de educación nutricional, los grupos que realizaban ayuno, independientemente del horario de ingesta, lograron una mayor pérdida de peso (3-4 kilos de media) en comparación con el grupo de tratamiento habitual.
Destacó especialmente el grupo de ayuno temprano, que redujo en mayor medida la grasa subcutánea abdominal y mejoró significativamente los niveles de glucosa en ayunas y durante la noche, sugiriendo que este tipo de ayuno podría ser especialmente beneficioso para optimizar la regulación de la glucosa y prevenir la diabetes.
El estudio llevado a cabo por investigadores españoles ha puesto de manifiesto los beneficios del ayuno intermitente, especialmente del ayuno temprano, en la pérdida de peso y la mejora de la salud cardiovascular en personas con sobrepeso y obesidad.
Estos hallazgos abren nuevas perspectivas en el abordaje de la obesidad y sus complicaciones asociadas, ofreciendo una alternativa más sostenible y efectiva a las dietas tradicionales de restricción calórica. Sin embargo, es importante destacar que la implementación de estos cambios en los hábitos alimentarios debe realizarse bajo supervisión médica y adaptarse a las necesidades individuales de cada persona.
Futuras investigaciones deberán profundizar en los mecanismos subyacentes a los beneficios del ayuno intermitente y explorar su aplicabilidad en diferentes poblaciones y contextos. No obstante, los resultados de este estudio representan un paso importante en la búsqueda de estrategias efectivas para combatir la obesidad y mejorar la salud cardiovascular de la población española.
