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Micro-ARN circulantes en sangre, claves para mejorar el pronóstico después de un ictus isquémico

Investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar identifican 5 moléculas como posibles marcadores de recuperación en pacientes con infarto cerebral, abriendo la puerta a nuevos tratamientos

Joan Jiménez Balado, Marta Vallverdú Prats, Jordi Jiménez Conde i Isabel Fernández Pérez.

Joan Jiménez Balado, Marta Vallverdú Prats, Jordi Jiménez Conde e Isabel Fernández Pérez.Instituto de Investigación del Hospital del Mar

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Un estudio liderado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar ha descubierto una relación entre niveles elevados de cinco micro-ARN circulantes en sangre y un peor pronóstico en pacientes que han sufrido un ictus isquémico. Estas pequeñas moléculas de ADN regulan en torno al 60% de los genes humanos que producen proteínas, y la posibilidad de modular la actividad abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos para mejorar la evolución de los pacientes después de un infarto cerebral.

La investigación, publicada en la revista "Neurology", ha contado con la participación de varios centros hospitalarios españoles. Los investigadores analizaron más de 2.000 micro-ARN en muestras de sangre de 215 pacientes con ictus isquémico atendidos en el Hospital del Mar entre 2009 y 2018, identificando inicialmente a varios candidatos que parecían estar elevados en pacientes con peor pronóstico a los 3 meses. Posteriormente, validaron los resultados en una segunda cohorte de 191 pacientes, confirmando la asociación de 5 de estas moléculas con el pronóstico.

Según el doctor Jordi Jiménez Conde, coordinador del Grupo de investigación Neurovascular del instituto, "estos micro-ARN pueden representar potenciales objetivos terapéuticos" relacionados con mecanismos de regeneración neuronal y vascular que podrían ayudar en la recuperación. Algunos ya cuentan con inhibidores que permitirían modular la actividad sobre los genes regulados.

No obstante, la doctora Isabel Fernández Pérez, investigadora del estudio, puntualiza que todavía hace falta estudiar a fondo sus funciones y analizar cómo se pueden modular in vitro e in vivo, ya que "un micro-ARN puede actuar sobre diversos genes a la vez, hecho que puede ser positivo, pero que, al mismo tiempo, puede complicar el estudio."

El ictus isquémico, principal causa de discapacidad en adultos y segunda causa de muerte en el mundo según la OMS, provoca secuelas que varían mucho entre pacientes a pesar de tener factores clínicos y gravedad similares. Los factores genéticos y epigenéticos identificados en este estudio podrían ayudar a explicar esta variabilidad y a predecir mejor el pronóstico combinados con otros factores de riesgo, facilitando un seguimiento más esmerado durante la recuperación con un simple análisis de sangre.

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