Cáncer colorrectal: oncólogos advierten de dos factores que aumentan la probabilidad de padecerlo
Los médicos del Grupo de Tratamiento de Tumores Digestivos alertan sobre estos factores evitables y recomiendan mantener un estilo de vida saludable para reducir la incidencia

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El Grupo de Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD) ha lanzado una seria advertencia sobre dos factores principales que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal: la obesidad y el sedentarismo. Los especialistas subrayan la importancia de adoptar un estilo de vida saludable como medida preventiva frente a este tipo de tumor, que se prevé sea el más diagnosticado en España en 2025 con 44.573 nuevos casos.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer Colorrectal, que se celebra el próximo 31 de marzo, los expertos han puesto el foco en cómo los hábitos poco saludables pueden favorecer la aparición de esta patología. Los tumores digestivos constituyen actualmente la primera causa de cáncer en España y la que provoca mayor mortalidad, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica.
"Es un cáncer muy prevenible. Tiene mucha relación con hábitos de vida, con la dieta, con el ejercicio físico, con la obesidad y el tabaco", señala Fernando Rivera, jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y presidente del Grupo TTD, quien lidera la campaña #SospechososHabituales para concienciar sobre estos factores de riesgo.
La prevención como estrategia clave
Ruth Vera, jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Navarra y vicepresidenta del TTD, destaca un dato revelador: "El 40% de todos los tumores son evitables adoptando hábitos de vida saludables". La especialista añade que "sólo el hábito tabáquico es responsable de más del 30% de los cánceres", y recalca la clara relación del alcohol, el sobrepeso y el sedentarismo con diversos tipos de cáncer.
Los oncólogos coinciden en que la educación en edades tempranas resulta fundamental. "Es difícil cambiar los hábitos cuando están muy arraigados. La concienciación sobre la importancia del ejercicio físico, el perjuicio del hábito tabáquico o del alcoholismo se debería educar tan pronto los niños tengan capacidad de comprender", explica Vera.
Elena Élez, oncóloga médica del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona y miembro de la junta del TTD, refuerza este mensaje: "Adoptar hábitos saludables no solo fortalece la capacidad de los pacientes para superar un cáncer desde un punto de vista físico, sino que también mejora su bienestar psicológico y su resiliencia".
El papel crucial de la actividad física
Un estudio con cerca de 18.000 pacientes ha revelado que aquellos que recibieron asesoramiento sobre actividad física tras un diagnóstico de cáncer colorrectal presentan niveles más altos de ejercicio. Sin embargo, menos de un tercio de los pacientes recordó haber recibido tales recomendaciones.
Desde el TTD subrayan que existe evidencia científica de que mantener niveles elevados de actividad física antes y después del diagnóstico se asocia con mejores resultados de supervivencia en al menos 11 tipos de cáncer. "En los cánceres de mama y colorrectal se observaron mayores reducciones en la mortalidad con la actividad física posterior al diagnóstico", explican desde el grupo.
"Las recomendaciones de los oncólogos sobre dieta, ejercicio y evitar la obesidad se asocian con cambios positivos en estos hábitos, lo que refuerza la importancia de abordar estos temas como parte de la atención oncológica", aseguran los especialistas.
Detección precoz y síntomas de alerta
Además de la prevención mediante hábitos saludables, los expertos destacan la importancia del diagnóstico temprano. "Tenemos una prevención secundaria que es el 'screening' de cáncer colorrectal, lo que se conoce como la prueba de sangre oculta en heces, incluido en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud. Si participara toda la población, se podría evitar una de cada tres muertes por este tipo de tumores", afirma Rivera.
Los oncólogos recomiendan estar alerta ante síntomas como sangre en las heces, cambios en el ritmo intestinal o en la consistencia de las deposiciones, dolor o hinchazón abdominal, pérdida inexplicable de peso o aumento del cansancio. La identificación temprana de estos signos puede ser determinante para un diagnóstico a tiempo.
La investigación en cáncer colorrectal continúa siendo fundamental para mejorar el pronóstico y aumentar las tasas de curación. Los programas de cribado representan una herramienta esencial en la detección y extirpación de lesiones premalignas, contribuyendo significativamente a la lucha contra esta enfermedad que afecta a tantos españoles cada año.