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Denunciadas mil desapariciones en seis años en Lleida y 40 casos siguen abiertos

Los Mossos d’Esquadra han recibido durante los últimos seis años un total de 933 denuncias por desapariciones en la provincia de Lleida, una cifra que ha ido en aumento. Según la policía autonómica, la mayoría son voluntarias y los desaparecidos regresan a casa antes de un mes. Una cuarentena de estos casos siguen abiertos y sin resolver.

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Los Mossos d’Esquadra han recibido 933 denuncias por personas desaparecidas en la provincia de Lleida en los últimos seis años, con una media de tres denuncias recibidas por semana. A pesar del alud de casos, la policía autonómica apunta que más del 95% son huidas voluntarias y los desaparecidos regresan a casa durante el primer mes. Los que actualmente quedan sin resolver son unos 40.

La cifra de denuncias ha ido aumentando de manera progresiva en Ponent, según los datos facilitados por los Mossos, al pasar de las 90 denuncias recibidas en 2010 a las 212 del 2015. Del millar de desapariciones, se calcula que unas 40 siguen abiertas, aunque es posible que en algún caso el desaparecido haya regresado a casa y sus familiares no lo hayan comunicado.

Según un estudio del departamento de Interior sobre desapariciones, el 65% de los huidos se localizan o regresan al domicilio durante los cinco primeros días; el 78% lo hacen entre los 6 y los 10 días; el 86%, al cabo de 15 días, y el 95%, durante el primer mes. En cuanto al perfil de la persona desaparecida, el 49% son menores de edad, la mayoría adolescentes. El 55% son hombres y la nacionalidad más frecuente es la española. Los Mossos apuntan como principales motivos de las desapariciones los problemas familiares, de pareja y las deudas económicas, aunque la casuística es diversa. Cuando una persona presenta una denuncia por desaparición de un familiar, la policía inicia las gestiones para localizarlo. En caso de encontrarle sano y salvo, se informa a la familia de la decisión de la persona huida, puesto que en muchos casos la persona no quiere que su familia conozca su paradero.

Entre los leridanos que se hallan en paradero desconocido destaca el caso de una menor que se fugó de un centro hace un año. Se trata de Ana Patricia Ventura, una joven de 17 años que se fugó con la supuesta intención de encontrarse con su novio. Un año después, su familia afirma sentirse “desemparada”. Por otra parte, el pasado 31 de agosto 70 efectivos de los Mossos, Bomberos, Protección Civil y Guardia Urbana peinaron sin éxito la zona de Copa d’Or y Rufea en busca de un hombre de 49 años desaparecido, Lorenzo Montagut, cuya familia había denunciado que no sabía nada de él el pasado 15 de agosto.

Una de las desapariciones más conocidas de los últimos meses tuvo un fatal desenlace el pasado 2 de febrero, cuando trabajadores de Adif hallaron junto a las vías del tren el cuerpo sin vida de Joan Altisent, un vecino de Anglesola de 48 años que había salido de la residencia Sant Joan de Déu de Almacelles la madrugada del 22 de diciembre.

Investigan móviles y matrículas por el caso de la madrileña Diana QuerLa familia de Amador Maestro lleva diez años sin saber dónde está su marido, padre y abuelo. Amador tenía 85 años cuando el 18 de agosto de 2006 desapareció sin dejar rastro. Este vecino de la Mariola, que no sufría ninguna enfermedad grave, se dirigía a sacarse el carnet de socio del Lleida de fútbol cuando desapareció. Una década después, su familia sigue sin tener noticias de él ni ninguna pista para investigar qué le pudo ocurrir. “No me iré de esta casa hasta que no regrese Amador “, afirma su mujer, Carmen Ariza. “Ya no tenemos ninguna esperanza, pero es muy duro no poder pasar página”, asegura su hijo, Josep Maestro. “Mi padre me pasó a ver por el trabajo, que está cerca del Camp d’Esports, y nunca más supimos de él”, explica. La última persona que lo vio fue el responsable de una cafetería. “Mi padre le dijo que se dirigía a casa, pero nunca llegó”, añade.

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