Un homenaje muy póstumo

La que en la mayoría de los pueblos se denomina plaza Mayor o de la Iglesia, en Puigverd d’Agramunt se llama plaza del Mestre Francesc Navall. Lo sabe todo el mundo, pero se podrían contar con los dedos de una mano los vecinos de Puigverd que saben por qué lleva este nombre. El tema surgió a raíz de la iniciativa del consistorio de identificar las tumbas en el cementerio local que ya no eran reconocibles. Entre estas, existe una de rota donde se puede leer la palabra “mestre”. Se trata de una cruz de hierro caída y totalmente oxidada que tiene adosada una lápida de mármol en la que se solo se vislumbra esta palabra. La historiadora local Ramona Gomà fue quien reconoció y situó la lápida. El alcalde Joan Eroles explicó que el consistorio ya está estudiando cómo conseguir una aportación económica para dignificar el espacio.

Según Eroles, Francesc Navall Timoneda fue maestro de la localidad entre el 2 de julio de 1865 y el 31 de enero de 1909. Originario de Sant Feliu de Pallerols, La Garrotxa, llegó a Puigverd con 27 años y se quedó hasta que falleció en 1916. Según explica Ramiro Marbà, uno de los vecinos de más edad de Puigverd, “el maestro Navall tenía mucha fama y venían a estudiar niños de toda la Ribera del Sió”. Lo demuestra una fotografía de 1904 en la que hay 42 niños en clase cuando en la época solo había 500 vecinos. Navall tenía un sistema “muy propio” de dar las clases.

Un volumen editado por la Generalitat reconoce su labor en la renovación pedagógica de Lleida

“Hacía unas monedas que repartía entre los alumnos y luego en función de su trabajo negociaba la devolución o los premiaba con más monedas”, señaló Marbà. De hecho, al profesor se le menciona en el volumen de Josep Varela sobre La historia de la renovación pedagógica de Lleida entre 1900 y 1936 publicado por la Generalitat en 1987. Para Joan Eroles, “poder dignificar la trayectoria de nuestros antepasados es todo un honor”. Una labor que ya inició hace unos años al poner en marcha una recogida popular de fotografías antiguas, entre ellas dos de Navall.