GASTRONOMÍA CERTÁMENES
Agramunt abrirá la Fira del Torró a la distribución para mejorar resultados
Baja el telón y el próximo año invitará a grandes superficies y operadores turísticos
El reparto de dos barras gigantes de turrón de ocho metros cada una, 500 kilos en total, puso punto y final ayer por la tarde a la XXVIII Fira del Torró y la Xocolata a la Pedra. Torronaires y ayuntamiento pactaron para la próxima edición ampliar la Fira a los distribuidores (grandes superficies, hostelería, grupos turísticos). Tanto el alcalde, Bernat Solé, como el gerente de Torrons Vicens, Àngel Velasco, plantearon aprovechar el montaje y extender la feria al sector profesional, bien antes o bien después de su celebración, o destinar un espacio concreto dentro del recinto, que tiene una superficie de 14.000 metros cuadrados, para uso exclusivo de los profesionales. Según Solé, será un tema a debatir en el pleno del patronato de la Fira.
Por otro lado, destacó la importancia de que la Fira siga creciendo en relación con el patrimonio de Agramunt. Este año, desde el Espai Guinovart hasta la iglesia y el ayuntamiento, donde se ofrecieron visitas guiadas y se ha ampliado la actividad ferial. Ello permite evitar aglomeraciones en el recinto. Pese a todo, los productores de turrón coincidieron en señalar que este año ha habido menos público que en anteriores ediciones. Cabe destacar que esta ocasión solo ha durado dos días cuando habitualmente son tres.
Por su parte, Àngel Velasco atribuyó la menor presencia de público al hecho de que hoy el Torró d’Agramunt se encuentra en todas las grandes superficies, de modo que “antes la gente compraba en la feria 100 euros de turrón para Navidad y ahora en el certamen tienen más salida las novedades que se presentan”.
El plato fuerte de ayer fue el reparto de las dos barras de turrón de 250 kilos de peso cada una. Es la forma en que Torrons Vicens presenta sus novedades, que este año fueron el Torró de Girona, elaborado con yema, nueces y licor de ratafía y el Torró de Xocolata amb vinagre. También Torrons Félix presentó como novedades el Lingot de Cafè y el Milfulls d’Ametlla, que en la parte superior tiene dibujada la portalada románica de la colegiata de Santa Maria en chocolate, diseño de la artista local Serafina Balasch.
La Fira del Torró abrió sus puertas el pasado sábado en un acto presidido por el President de la Generalitat, Carles Puigdemont.
El certamen está distribuido en cinco espacios entre los que se encuentra el Pavelló del Dolç, el Pavelló Agroalimentari, el Pavelló Multisectorial, el exterior, donde están la menestralia y un centenar de paradistas artesanos que ocupan el centro histórico.
Baiget confirma el recurso judicial por la ‘disco’ BilobaEl conseller de Empresa, Jordi Baiget, fue el encargado de cerrar la Fira. En Agramunt confirmó que la Generalitat presentará un recurso contencioso administrativo contra la Paeria de Lleida por haber aprobado la licencia para abrir de la discoteca Biloba. “La licencia se otorgó incumpliendo las condiciones de seguridad y exigiremos que la apertura se haga cumpliendo todas las condiciones legales”, dijo. También se mostró taxativo en lo que refiere a la creación de grandes superficies comerciales en la capital y señaló que “no se podrá actuar fuera de la red urbana y en esto seremos escrupulosos en el cumplimiento de la ley”. El acto más entrañable de la Fira fue la entrega a Leopoldo Figuera del título de Torronaire d’Honor. Se trata de uno de los últimos embajadores supervivientes que en la década de los sesenta del pasado siglo cuando se acercaban las navidades vendía turrón de Agramunt por las calles de diferentes ciudades. El conseller de Empresa, Jordi Baiget, fue el encargado de cerrar la Fira. En Agramunt confirmó que la Generalitat presentará un recurso contencioso administrativo contra la Paeria de Lleida por haber aprobado la licencia para abrir de la discoteca Biloba. “La licencia se otorgó incumpliendo las condiciones de seguridad y exigiremos que la apertura se haga cumpliendo todas las condiciones legales”, dijo. También se mostró taxativo en lo que refiere a la creación de grandes superficies comerciales en la capital y señaló que “no se podrá actuar fuera de la red urbana y en esto seremos escrupulosos en el cumplimiento de la ley”. El acto más entrañable de la Fira fue la entrega a Leopoldo Figuera del título de Torronaire d’Honor. Se trata de uno de los últimos embajadores supervivientes que en la década de los sesenta del pasado siglo cuando se acercaban las navidades vendía turrón de Agramunt por las calles de diferentes ciudades.