RELIGIÓN COMUNIDAD
Masiva inauguración de la nueva mezquita de Tàrrega
Representants d’institucions i entitats van participar en la inauguració ahir del centre de culte.
La comunidad islámica de Tàrrega inauguró ayer su nueva mezquita, que con 1.200 metros cuadrados y una capacidad de 520 fieles, siendo la más grande de Lleida, como ya avanzó SEGRE. La Mezquita Rahma, que es como se ha bautizado, es un centro cultural y de rezo que se ubica en una nave del polígono industrial Riambau. Miembros de la comunidad aseguraban ayer que era un día grande para los musulmanes que residen en Tàrrega al poder contar con un punto de encuentro que llevan adecuando desde hace cuatro años.
El acto contó con la presencia de medio centenar de personas, entre representantes institucionales, de entidades y colectivos locales. La alcaldesa, Rosa Maria Perelló, dijo que esta mezquita “era necesaria para la práctica de sus creencias ya que la comunidad que vive y convive en Tàrrega es importante”. Perelló recordó que “las ordenanzas permitían poder instalar centros de estas características en los polígonos y realmente esta mezquita ha sido un acierto ya que se encuentra muy cerca de la ciudad y se puede acceder fácilmente a pie”. Por su parte, el director general de Afers Religiosos de la Generalitat, Enric Vendrell, explicó que “el Govern está comprometido con la libertad religiosa” y destacó que el nuevo centro de culto es importante porque “demuestra que estamos construyendo un país en el que es posible que todo el mundo viva de acuerdo a sus creencias y con respeto a las creencias del resto de ciudadanos”. Por su parte, el imam, Oussama Bouassab, ofreció un breve discurso en el que también se refirió a Jesucristo.
Un espacio abierto a todo el mundoLa comunidad islámica de Tàrrega nació en 1997 y durante muchos años alquilaron un locañ en la calle Enric de Càrcer, que se ha ido quedando pequeño. Hace cuatro años se empezó a habilitar una nave en el polígono, que cuenta con un espacio reservado para actividades familiares, así como una sala habilitada con mesas y sillas en la que durante los fines de semana se ofrecen clases a los más pequeños. Uno de los responsables explicó que el proyecto “busca el conocimiento de las diferentes culturas, por lo que todo el mundo será bien recibido”.
