Un cura para cada 4 templos

La del Palau d’Anglesola ha sido la última parroquia leridana que se ha quedado sin rector (ver desglose), pero no se trata, ni mucho menos, de un caso aislado. Y es que las tres diócesis leridanas llevan años viendo descenser su número de párrocos a un ritmo mucho mayor que el de las ordenaciones de seminaristas. Hasta el punto de que, actualmente, cuentan con solo 161 rectores (responsable de un templo, ya que hay algunos curas más en activo que colaboran) para hacerse cargo de las 663 parroquias que forman estos tres territorios. Supone una media de más de cuatro parroquias por cada sacerdote, lo que se traduce en menos servicios para los fieles. “Cada vez los rectores tienen más iglesias a su cargo. En nuestro caso, hace una década contábamos con aproximadamente una veintena más”, explican a este diario desde la diócesis de Solsona, donde actualmente disponen de 43 párrocos en activo para un total de 174 templos. El obispado del Urgell estaría en ‘peor’ situación, ya que cuentan con 68 curas para hacerse responsables de 363 parroquias, lo que supone una media de más de cinco por sacerdote. El de Lleida sería el que goza de ‘mejor salud’, ya que tiene medio centenar de rectores para 126 iglesias.

Sin duda, la falta de vocaciones es la principal causa para explicar esta situación, sumada al envejecimiento de los actuales sacerdotes, cuya edad media supera en Ponent los 70 años. Muestra de ello es la escasa actividad en los seminarios de las diócesis leridanas, donde los aspirantes se han reducido en la mitad en una década. En el presente curso hay ocho, lejos de los 17 de 2005. Seis están en el de Urgell y dos en el de Solsona, mientras que el de Lleida no cuenta con ninguno. En toda la provincia no hubo ninguna ordenación el pasado año.