ESNOTICIA
“Los familiares son una pieza básica, les ayudamos a no caer”
Ramon Tosquella y Paquita Villòria son dos cuidadores expertos que imparten un taller de terapia quincenal en el hospital Santa Maria de Lleida. Se llama GAM (Grup d’Ajuda Mútua) y es la primera terapia no profesional para cuidadores de enfermos de Alzheimer que hay en Catalunya. Ramon y Paquita perdieron a sus respectivas parejas por culpa del Alzheimer. Ambos las cuidaron durante años. En el caso de Ramon, fueron 14. “Hace cinco años que murió mi mujer y desde entonces ayudo a personas que están pasando por lo mismo que yo”, explica. “En los talleres intentamos que el cuidador explique lo que le preocupa, que no decaiga, les aconsejamos que sepan delegar y tomarse un respiro porque el Alzheimer es una enfermedad durísima a nivel psicológico para el cuidador. Tu pareja, madre o padre deja de ser la persona que era, te dice cosas que duelen y esto es muy difícil de soportar”, añade. Además del GAM, el Santa Maria ofrece otros servicios, como un curso para nuevos cuidadores que incluye nociones en enfermería y primeros auxilios, recursos sociales y sociosanitarios. La Unitat de Trastorns Cognitius, formada por neurólogos, geriatras, trabajadores sociales, psicólogos, enfermeros, fisioterapeutas y administrativos presentó un vídeo con el que quiere darse a conocer a la ciudadanía (ver código QR). Montse Setó, trabajadora social, explica que el perfil mayoritario del cuidador es el de una pareja, tanto hombres como mujeres, que “no quieren molestar a sus hijos”. Según Setó, tras el choque inicial del diagnóstico, los cuidadores sufren un sentimiento de pérdida que se suma a la sobrecarga del trabajo diario. “La mayoría de enfermos de Alzheimer tienen una esperanza de vida de entre 5 y 10 años, con lo que la lucha contra la enfermedad acaba conviertiéndose en una larga carrera de fondo para los cuidadores”, dice. “Ellos son una pieza básica para el enfermo y para los profesionales”, asegura, puesto que cuando la enfermedad avanza el paciente no puede expresarse. Por ello, recomienda “que se dejen ayudar, que se formen y se informen a través de los profesionales, que utilicen los recursos y, sobre todo, que no dejen de hacer lo que les gusta para cargar las pilas.