Joel Castanyé (La Boscana): «El teléfono no para de sonar desde que tenemos la estrella Michelin»

Pocas horas después de recibir su primera estrella Michelin, Joel Castanyé, chef y copropietario del restaurante La Boscana de Bellvís, no acaba de creérselo. “Estamos desbordados. Es un colapso, muy bonito, pero colapso”, reconocía ayer en una entrevista a SEGRE. Y es que el reconocimiento le llega solo dos años después de abrir el restaurante en esta finca del Pla d’Urgell, que funcionaba desde hace siete años para celebraciones. Su éxito se basan en un equipo de 16 personas, un espacio gastronómico de ocho mesas y una cocina tradicional y de vanguardia.

¿Sorprendido aún por tener ya su primera estrella Michelin?

No esperaba que pudiera llegar tan rápido. Sabía que estábamos haciendo las cosas bien, había buenas vibraciones, pero esto es demasiado. Eso sí, me ha dado mucha tranquilidad porque llevaba dos años dándolo todo, sin casi un día de fiesta y ha sido como una liberación. Un punto y seguido.

Contento, eso sí...

¡Muy contento! Especialmente por mi madre y por mis hermanos. Llevamos 30 años de trabajo desde que abrimos el Resquitx y estoy muy feliz por ellos y por el equipo. Muchos novios que han celebrado aquí su boda nos están llamando para felicitarnos.

¿Se notan ya los efectos de ser un restaurante con estrella Michelin?

El teléfono no parado de sonar. Tenemos ya reservas para enero, febrero y marzo y muchos días ya están llenos. Es cierto que somos un restaurante de solo ocho mesas, pero entre semana es difícil llenar y ya tenemos algunos días completos. En solo dos horas tras saberse la noticia se confirmaron 20 reservas. Y hoy (por ayer) ya son una cuarentena.

¿Qué cree que ha seducido de su restaurante a los inspectores de esta guía?

El espacio en el que estamos es muy bonito. Son solo ocho mesas pero muy bien cuidadas y la cocina tiene sabor. Cuidamos mucho el servicio, tenemos un buen sumiller y la sala es amable y atenta.

¿Qué aportará el reconocimiento al restaurante?

Ayudará a disfrutar más. Cuando las cosas van bien, todo es más fácil. El éxito lleva al éxito.

Conseguir una estrella Michelin es difícil, pero dicen que es complicado mantenerse...

Es difícil llegar, mantenerse no lo sé porque nunca había tenido una estrella. Pero como nos gusta, lo mimaremos todo lo posible. Estoy enamorado de mi oficio, me acuesto y me despierto pensando en él.

¿Tener una estrella Michelin es tocar techo?

¡No! Lo que nos gustaría es tener mesas llenas a menudo para lograr un equipo consolidado y poder acercanos a la perfección.

Un dos estrellas son palabras mayores supongo...

Son palabras mayores. Es algo muy difícil que está solo alcance de pocas personas y más en España, donde hay mucho nivel.

¿Su estrella es también un premio para la gastronomía leridana?

Es una buena noticia. Estoy muy contento por Lleida porque es un éxito para la provincia.