La Vall de Boí celebra su sello

Sant Climent de Taüll fue el escenario ayer de la celebración del primer aniversario de la declaración de las Falles del Pirineo como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, el 1 de diciembre de 2015. La fiesta se adelantó un día para hacerla coincidir con los 16 años de la declaración del conjunto de iglesias románicas de La Vall de Boí como Patrimonio de la Humanidad, el 30 de noviembre de 2000. Y para conmemorar estas dos efemérides nada mejor que hacerñp con un encendido de siete falles que recorre las diferentes generaciones de las que se nutre cada año esta tradicional fiesta del Pirineo.

Así, se escogieron a fallaires de más edad, los que han matenido la tradición en los años difíciles; jóvenes, que son los encargados de llevar las falles actualmente, y niños, que serán el futuro de la fiesta. Durante la celebración, el alcalde de La Vall de Boí, Joan Peralada, señaló que tener dos declaraciones de Patrimonio es para estar “muy orgullosos” y añadió que los visitantes se han incrementado notablemente este verano para disfrutar de la fiesta del fuego.

Homenaje con siete ‘fallaires’ de todas las edades para reivindicar el futuro de esta tradición

Para celebrar los 16 años de la declaración del Románico se llevó a cabo una jornada de puertas abiertas para ver el mapping que recrea los frescos originales dentro del ábside mayor de Sant Climent y el presbiterio de la nave central. La pintura original está fechada del siglo XII y actualmente se conserva en el Museu Nacional d’Art de Catalunya en Barcelona. El mapping de Taüll aplica las últimas tecnologías audiovisuales al arte románico. La celebración del primer aniversario de las Falles continuará hoy con la presentación en Lleida de la cátedra Educación y Patrimonio Inmaterial de los Pirineos, de la Unversitat de Lleida, para desarrollar acciones innovadoras y asesoramiento a proyectos y programas aplicados al Pirineo.

Las Fallas de Valencia, nuevo Patrimonio Inmaterial Las Fallas de Valencia se convirtieron ayer en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento global con el que la Unesco quiere proteger los singulares oficios tradicionales de una de las fiestas más internacionales de España. El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Unesco, reunido en Adis Abeba, decidió incluir las Fallas en su lista de bienes inmateriales, tras iniciar el proceso en 2011, al considerarlas una expresión de “creatividad colectiva” que “salvaguarda las artes y oficios tradicionales”. Según la Unesco, las Fallas, transmitidas en el seno de las familias, refuerzan la cohesión social y favorecen la creatividad colectiva de las comunidades. Para celebrarlo, la Junta Central Fallera celebró anoche una “plantá” de una falla “al tombe” a los pies de las Torres de Serranos de Valencia.