Lleida “exporta” talento

Lleida ya no solo despunta en la exportación de productos tan propios como la fruta o el aceite, sino que en los últimos años se ha convertido en provincia emisora de talento, ya sea en el extranjero como en otras provincias españolas, siendo Barcelona el destino más habitual por su cercanía. El año pasado, un total de 3.878 técnicos y profesionales científicos e intelectuales leridanos firmaron un contrato laboral fuera de las comarcas de Ponent, lo que supone un aumento del 9% respecto a la cifra registrada en el ejercicio anterior. Según el informe de movilidad laboral del Servicio de Empleo Público Español (SEPE), cerca de un 30% de los contratos de trabajo que firma este colectivo implica un traslado fuera de Lleida.

La cifra de los investigadores leridanos que deben “emigrar” para poder trabajar ha ido en aumento en los últimos años debido, en parte, al recorte de las subvenciones, a la falta de ofertas laborales y a las mejores condiciones que ofrecen otros países atractivos para este colectivo, como Alemania (ver desglose). Una situación que parece, según el colectivo, que está mejorando en torno a la ciencia, sobre todo en Catalunya, pero que aún debe recorrer un largo camino. Pese a que esta cifra no ha dejado de crecer en los años de crisis, contrasta el hecho de que haya aumentado un 52% el número de profesionales foráneos que deciden hacer carrera en Lleida, hasta los 2.570 en 2015. Pese a todo, esta profesión es la que registra una mayor tasa de movilidad no solo en la provincia leridana, sino en el conjunto del Estado. Según el informe de Empleo, más de 42.700 leridanos tuvieron que irse a trabajar a otra provincia o al extranjero en todo el año pasado, lo que supone una “emigración” de 117 personas al día de media y un 11% más de los que se fueron en 2014.

ENTREVISTA Oriol Alejo Valle. Investigador leridano de 24 años en Hannover ¿Dónde reside actualmente y qué hace en su actual destino ? Tras estudiar Biomedicina en la Universitat de Lleida y un Máster en Investigación Biomédica en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, ahora llevo un año viviendo en Hannover para hacer un doctorado sobre leucemia infantil. ¿Cuál es el objetivo de su doctorado? Estoy investigando el papel de unas moléculas reguladoras llamadas microRNAs en leucemia. En concreto, investigo el rol del microRNA 125bn en un subtipo de leucemia llamada mieloide aguda. Queremos conseguir una visión global de cómo esta microRNA contribuye a la leucemia para comprender mejor la enfermedad y, con suerte, mejorar aún más la eficacia del tratamiento. Con solo 24 años ya ha participado en importantes estudios científicos, ¿no es así? Colaboré en un grupo del Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona que consiguió generar plaquetas directamente a partir de células de piel. Los resultados, recientemente publicados, son preliminares, pero abren la puerta a futuros tratamientos personalizados. Pero Hannover no ha sido su primer destino fuera de Lleida... No. De Lleida me fui a principios de 2013, primero a Barcelona y desde hace un año en Alemania. En un principio me fui solo para hacer el proyecto de final de grado a Barcelona, pero me quedé para participar en la investigación de las plaquetas. Cuando surgió la opción de irme a trabajar a Hannover no lo dudé. ¿Por qué Alemania? Me atraía mucho la idea de hacer un doctorado en el extranjero, sobre todo en Alemania, donde existe una producción científica muy elevada y se destina mucho dinero a financiar grupos de investigación, lo que posibilita que haya más estabilidad y libertad para investigar que en otros países. ¿Cree que hay opciones para que los jóvenes investigadores se queden en España? No solo se encuentran problemas para quedarse los investigadores, sino también los graduados universitarios. Hay demasiada oferta y muy poca demanda. En el ámbito investigador se han reducido las oportunidades, ya que las subvenciones, de las que muchos dependen, han sufrido un gran recorte. ¿La ciencia es un sector poco valorado en España? Yo creo que sí, porque en es lo primero en lo que se recorta en los presupuestos. La ciencia no da un rendimiento inmediato sino que es una inversión a largo plazo. Sin embargo, la ciencia catalana se ha mantenido en mejor forma que la española, con más reconocimiento. ¿Tiene intención de regresar a Lleida algún día? No puedo negar que me gustaría volver porque considero que Lleida es mi hogar. Pero de momento me gustaría quedarme en Hannover cuatro o cinco años más para hacer un post-doctorado, ya que las condiciones laborales que ofrecen en Alemania son difícilmente superables.