TRADICIONES DIORAMAS
La 'Seu Vella' de Osona
Un empresario de Sant Pere de Torelló reproduce el claustro de la antigua catedral de Lleida en un pesebre cuidado al detalle || Manel Font visitó el monumento hace 25 años y quedó tan impresionado que dedicó más de 300 horas a hacer una copia a escala en corcho y madera
¿Es real? Una foto compartida en las redes sociales mostraba una escena navideña en el claustro de la Seu Vella. La imagen no estaba manipulada, pero tenía truco: era un diorama creado por Manel Font que se expone hasta el 17 de enero en el Centre Parroquial de Sant Pere de Torelló, en Osona. El empresario dedicó más de 300 horas a recrear al detalle el monumento leridano en una copia a escala realizada con corcho y madera. Manel Font, de la Agrupació Pessebrista de Sant Pere de Torelló, visitó la antigua catedral de Lleida hace 25 años, cuando su hija estudiaba Agrónomos en la capital del Segrià. Quedó tan impresionado con el claustro que decidió hacer un diorama navideño recreando la tracería gótica de los ventanales que se abren a la ciudad. “Desde muy pequeño me había gustado hacer pesebres, pero el de la Seu Vella fue el primero que partió de un monumento”. Desde entonces, ha convertido en escenarios de pesebre iconos del patrimonio como Santa Maria del Mar, el Liceu, la Catedral de Burgos, la Sagrada Família y, más recientemente, la iglesia de la Virgen de los Remedios de Antequera, en Málaga. “Desde que me jubilé dispongo de más tiempo”, dice. El pesebre de la Seu Vella ha viajado a Vic, Sant Hilari y ha cruzado la frontera para exponerse en Perpignan. “También me gustaría exponerlo en Lleida, pero por ahora el proyecto no ha cuajado”, lamenta. Font fotografió al detalle el monumento para ser lo más fiel posible. “Cuidamos la luz, la perspectiva”. Hasta hace emerger la torre del campanario. Y todo en un diorama que mide unos 80 centímetros de ancho, 70 de profundidad y 60 de alto. “Estoy acostumbrado a manejarme con piezas pequeñas: he regentado una fábrica de botones”, explica. Pero reconoce que no es una tarea fácil. “Hago los pesebres en casa y cuando ya están terminados los traslado en una caja para montarlos en la exposición”. Son piezas muy delicadas. Pero conserva todos los que ha hecho hasta la fecha: más de una veintena.