Uno de cada 4 atendidos en los CAP de Lleida por intoxicación etílica es menor

Los servicios de Urgencias del hospital Arnau de Vilanova y de los Centros de Atención Primaria (CAP) de la provincia de Lleida han atendido en los diez primeros meses de este 2016 a un total de 65 niños y adolescentes menores de edad por intoxicación etílica. Han sido 44 en el Arnau (6 más que durante todo el 2015) y 21 en los CAP (5 menos que en todo el año anterior). En el caso de la atención primaria, los menores representan el 25% del total de atendidos por intoxicación etílica, según los datos facilitados por el Institut Català de la Salut. “Los menores no representan el grupo mayoritario de personas que acuden a Urgencias en estado ebrio, pero los datos sí son preocupantes porque durante la adolescencia se generan los hábitos y un menor que bebe puede convertirse en un adulto con problemas con el alcohol”, afirmó ayer Vicente Laguna, director del Centro de Urgencias de Atención Primaria en Lleida.

El consumo de alcohol entre menores es una de las cuestiones que más preocupa a las autoridades sanitarias. Por su parte, el Gobierno no quiere que se repitan casos como la muerte de una niña de 12 años el pasado octubre tras sufrir un coma etílico mientras participaba en un botellón en la localidad madrileña de San Martín de la Vega o varios comas etílicos de jóvenes registrados en varias provincias españolas. De ahí que la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, haya anunciado posibles sanciones a padres irresponsables en el consumo de alcohol de sus hijos (ver desglose).

El 40% de los estudiantes leridanos de 4º de ESO reconoce tomar alcohol de forma ocasional

Por otra parte, un estudio del Insitut de Recerca Biomèdica (IRB Lleida) que ha hecho a partir de una encuesta a mil alumnos de 4º de ESO de varios institutos de la ciudad, refleja que el 40% toma alcohol de forma ocasional y un 4,5% lo consume de forma habitual.

¿Qué opina de los datos de atenciones hospitalarias a menores por intoxicación etílica?

Creo que no reflejan la magnitud del problema. Son pocos los casos de menores de edad que acaban llegando al CAP o al hospital en estado ebrio y la mayoría lo hacen acompañados de amigos. Es decir, numéricamente los datos no son muy significativos.

¿Hay que preocuparse?

Sí, porque en la etapa de la adolescencia se generan los hábitos. Un niño o un joven que bebe puede convertirse en un adulto alcohólico.

¿Cuál es el perfil de las personas que atienden por intoxicaciones etílicas?

El perfil mayoritario es el de un hombre de entre 24 y 34 años. En total, en los diez primeros meses de 2016 se han atendido por esta causa en los CAP’s de la provincia de Lleida a 82 personas, 21 de las cuales son menores. En cuanto al Arnau, los menores atendidos han sido 44 en el mismo periodo de tiempo.

¿Cuál es el tratamiento?

No hay un tratamiento específico para la intoxicación etílica. Simplemente, hay que dejar pasar el efecto del alcohol y controlar los síntomas. Si hay complicaciones, se pueden administrar técnicas de apoyo vital y oxígeno.

¿Qué complicaciones puede haber?

Pueden darse casos de depresión respiratoria o broncoaspiración, es decir, vomitar y tragarse el vómito, lo que puede poner en riesgo la vida de la persona. Afortunadamente, estos casos son los mínimos.

¿Ha ocurrido alguno en Lleida?

Que yo recuerde recientemente no.

¿Hay que pasar muchas horas en el hospital?

No. La mayoría de casos reciben el alta a las dos horas. En el Arnau puede que sea un poco más, porque allí atienden los casos más graves. La mayoría de afectados piden ellos mismos irse a casa cuando se encuentran mejor.

Plantean multar a los padres de los menores que consuman alcohol La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, considera que “quizá haya que plantearse algún tipo de sanción económica” para aquellos padres que hayan recibido un aviso para asistir a un curso de sensibilización tras haberse emborrachado su hijo y no quieran acudir. En un entrevista pubicada en ‘Abc’, Montserrat explicó que este tipo de multas serían para padres con hijos reincidentes en el consumo de alcohol que tengan ese comportamiento “irresponsable” de no querer asistir a esos cursos. Esta media ya se contemplaba en el último borrador de una norma integral para regular el consumo de alcohol.