Guissona revive ‘Els Pastorets’

La escenificación de los Pastorets suele ser, en la mayoría de poblaciones de Lleida, la cuna de los actores de teatro de cada localidad. Su tradición centenaria hace, además, que en cada pueblo se le ponga su sello personal en la manera de hablar, la escenografía o los gags cómicos. En Guissona este año se ha recuperado la obra (26 de diciembre y 6 de enero) después de un vacío de 23 años. Tras el relevo hay toda una generación de antiguos actores, músicos, cantantes y escenógrafos. Algunos como Jaume Mercadé (Bato) y Joan Santacreu (Borrego) ya habían actuado en la obra más de una década. Las escenógrafas Alba Cuñé y Agnès Pla, con la ayuda de la asociación de mujeres Nèvia, se ocuparon del vestuario y los decorados. El músico Xesco Grau fue el encargado de sacar el polvo a las canciones y dirigir el coro. El resto de personajes principales vinieron de la mano de veteranos como Ignasi y Jordi Ribera, pero también de gente nueva como Marc Sala, Sisco Navasegú y casi una veintena más entre ángeles y diablos. Guissona había recuperado así su obra emblemática. Se notaba en cada butaca, ocupada por gente directa o indirectamente implicada en el proyecto.

Esta localidad comenzó a escenificar los Pastorets, El Neixement del Salvador de Antoni Molins, en 1887 y los llevó al escenario de forma casi ininterrumpida hasta 1993. Solo a mediados de los 40 se escenificaron los de Folch i Torres un par de veces. La obra se transmitió de forma oral durante más de un siglo, por lo que hoy, el texto resultante, poco tiene que ver con el original. Se escenificó sin su director, Josep M. Grau; sin su escenógrafo, Jaume Rull; y sin su Soft, Josep Batlle. Ya no están. Pero las nuevas generaciones han sabido recoger el testigo y llevarlo dignamente a escena. En platea ni una silla libre. La gente aplaudió largamente y de forma muy emotiva.

tàrrega

El Teatre Ateneu de Tàrrega registró el viernes y ayer por la tarde un lleno hasta la bandera coincidiendo con la representación de ‘Els Pastorets’, que en la capital del Urgell escenifica cada dos años el grupo de teatro BAT. La readaptación de la tradicional obra de Folch i Torres se ha consolidado por parte de los jóvenes directores Genís Farran y Carles Cabrera en la que “el ángel no tiene alas y el demonio no es rojo”, motivo por el que ambos aseguran que “son unos Pastorets únicos en el territorio”. El proyecto fue muy aplaudido por el público, ya que “han conseguido unos Pastorets más amenos y divertidos”. Cabe destacar la involucración de diferentes entidades locales, lo que hace que se pueda ver encima del escenario a Lo Tossino, figura del bestiari popular de la ciudad, o las actuaciones del Esbart Albada, de la Associació Guixanet y de Ondara Gospel.

La buena acogida de la obra era de esperar, ya que entre semana, de forma anticipada, se vendieron todas las entradas. En el montaje de ‘Els Pastorets’ de Tàrrega participan unas 160 personas. Según la organización, “es la producción de teatro amateur de la ciudad con más gente implicada”.

Este año el grupo de teatro local BAT celebra el 60 aniversario de la escenificación de esta tradicional obra navideña.