ENTREVISTA SALUD
«Catalunya es un referente mundial de los trasplantes»
JAUME TORT | Director de la Organització Catalana de Trasplantaments
Catalunya en general y Lleida en particular han sido noticia esta semana por batir un récord en donaciones y trasplantes de órganos. En Lleida las donaciones se han triplicado en un año, de los 6 en 2015 a los 17 en 2016, y los trasplantes han pasado de 47 a 54. Las claves, una mayor solidaridad ciudadana y una escasa negativa familiar, sumadas al buen trabajo de la Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT), según explica a SEGRE su director, Jaume Tort, licenciado en la primera promoción de Medicina de la UdL.
¿Cómo valora el récord de donaciones y trasplantes que se ha registrado en Catalunya y Lleida en el último año?
Debemos poner en valor las cifras de donación, porque sin donantes no son posibles los trasplantes. Hace tres años estábamos a la cola del Estado español en donación y este 2015 nos hemos situado en segundo lugar del ranking solo por detrás de Andalucía. En Catalunya, hay 42 donantes por cada millón de habitantes (hace tres años eran 29), una cifra muy por encima de la de Alemania, que es de 14 por cada millón de habitantes, o de Francia, que es de 28. Somos un referente mundial. También son muy importantes los donantes vivos, especialmente de riñón.
¿Cómo explican este aumento?
Hay más concienciación y también son muy importantes las donaciones en asistolia controlada. Se trata de enfermos que suelen estar en la unidad de cuidados intensivos, normalmente personas mayores, que tienen patologías neurológicas y se hallan en el final de la vida. Cuando ya no hay nada que hacer, es habitual el proceso de limitación del esfuerzo terapéutico. En este punto, hay muchas personas que tienen órganos en buenas condiciones y es entonces cuando el equipo médico habla con la familia, que sabe que el final se producirá en las siguientes horas. En estos casos, la familia suele dar el visto bueno a la donación, porque les consuela pensar que podrán dar vida a alguien. Una de las claves que explica los resultados del hospital Arnau de Vilanova de este año es que solo han tenido una negativa familiar.
¿Qué pasa con las muertes por accidente de tráfico?
En Catalunya los donantes por accidente de tráfico no llegan al cinco por ciento. Nuestros donantes son personas mayores o muy mayores que fallecen en los hospitales. La media de edad es de unos 61 años aunque un tercio de los donantes tienen más de 70 años. Este año hemos tenido además dos donantes de 88 años.
¿Entonces no hay límite de edad para ser donante?
Prácticamente no. A medida que avanza el conocimiento científico tenemos medidas más sofisticadas que hacen que también se trabaje mucho mejor la compatibilidad, lo que se traduce en menos medicación para el receptor y un mayor índice de éxito.
¿Cuál es el reto que afrontan en estos momentos?
Debe ser el de mantener el nivel de excelencia que hemos alcanzado y disminuir la lista de espera. En Catalunya solemos tener una media de 1.300 personas esperando un trasplante. Eso también se explica por la evolución de la sociedad. Un mayor envejecimiento, más hipertensión, obesidad, diabetes, etc. Hace pensar que seguiremos teniendo muchas personas que necesitarán trasplantes, sobre todo renales, por lo que no podemos bajar la guardia.
¿Qué opina de la nueva ley francesa que dice que todo el mundo es donante de órganos a no ser que manifieste lo contrario?
Creo que se ha interpretado mal. Parece que sea una buena medida a copiar y para mí es todo lo contrario. El sistema legal de la donación en Francia y en España es exactamente el mismo. Se usa lo que se llama “consentimiento presunto”, lo que significa que todos somos donantes si no manifestamos lo contrario. La diferencia entre España y Francia es cómo aplicamos la ley. En España, a la hora de la verdad preguntamos a la familia, siempre que el difunto no hay firmado un documento de voluntades anticipadas. En otros países esto no ocurre, todo es mucho más administrativo. Francia tiene un índice de negativas del 32% y Catalunya, del 14%. Lo que ha hecho ahora Francia es cambiar un decreto que facilita el hecho de decir que no. Habrá un registro mucho más accesible, una nueva web, etc.
¿El avance en el terreno de los trasplantes está directamente relacionado con el presupuesto que se le destina?
No, precisamente en época de crisis es cuando hemos crecido más. Hemos hecho varios trasplantes simultáneos de varias horas de duración con una movilización de gente extraordinaria. Y nadie habló de dinero en ningún momento. Si hay que ir a buscar un órgano a otra provincia o país, se va. No hemos tenido ninguna restricción presupostaria. Es un tema de excelencia del sistema.
¿Qué ocurre con los trasplantes en el caso de niños y jóvenes?
Que lo tienen más difícil porque no hay donantes jóvenes. Ahora tenemos doce niños en Catalunya en lista de espera. Son de los pocos casos que vamos a buscar órganos a cualquier punto de Europa. En Lleida tenemos un niño en lista de espera, concretamente para un trasplante de hígado.