ANIMALES INICIATIVAS
Una alternativa para cuidar animales
Protectoras de Lleida buscan familias de acogida para hacerse cargo de perros, generalmente enfermos, cachorros o en invierno || Temporal o indefinido y los gastos los asume la entidad
Adoptar ya no es la única opción para cuidar a alguno de los perros que viven en las protectoras de animales de la provincia. Y es que algunas de estas entidades han empezado a ofrecer en los últimos años la posibilidad de acogerlos, de forma temporal o indefinda, y prácticamente siempre con los gastos a cuenta de la protectora. Suelen ser en su mayoría cachorros (para los que un hogar es la mejor manera de evitar que contraigan enfermedades) o canes que están enfermos y requieren de un entorno más confortable para poder llevar a cabo el tratamiento. “Muchos son lo que llamamos perros invisibles, que nadie quiere adoptar. Nosotros nos hacemos cargo del chip, las vacunas, la esterilización...”, explica Lydia Argilés, de la protectora leridana que lleva su nombre y que tramita cada año más de medio centenar de acogidas. “Cuesta encontrar familias de acogida y por eso solemos hacer llamamientos a través de las redes sociales”, explica Charo, de Amics dels Animals del Segrià, que también se hace cargo del pienso y la medicación mientras dura la acogida. Esta entidad puso en marcha hace dos años el proyecto Casa de cama caliente, por el que promueven acogidas durante el invierno para que los perros mayores o más necesitados puedan pasar el frío en un hogar.
Pero no siempre las acogidas son temporales. En la Societat Protectora d’Animals de Tàrrega cuentan dos tipos. El primero es de carácter temporal y es frecuente en casos de enfermedades u operaciones. En el segundo, la acogida es indefinida, si bien la protectora se hace cargo de sus gastos, que en algunos casos pueden ser más de 100 euros mensuales. Estas acogidas indefinidas (la entidad de Tàrrega tiene siete animales en esta situación) son habituales en perros ya mayores con tratamientos continuos.
Pero no todas las protectoras comparten la opción de la acogida. El refugio de Benabarre, del Alt Urgell y Cerdanya, solo lo hace con “carácter excepcional”. “Perjudica psicológicamente al animal porque cuando vuelve al refugio es un nuevo abandono para él”, explica el encargado, David Rosso.