Trabajadores muy quemados

El ritmo de vida propio de la sociedad industrializada y la creciente presión en el entorno laboral hacen que seis de cada diez empleados (el 59%) sufran estrés laboral, según los últimos datos del INE. Este tipo de estrés aparece cuando las exigencias del entorno superan la capacidad del individuo para hacerles frente y puede manifestarse de diversas formas. Según los psicólogos, puede provocar la saturación física y mental del trabajador y generar diversas consecuencias que no solo afectan a su salud, sino también a su entorno más próximo y a la productividad de las empresas.

Un paso más allá del estrés se halla el conocido como síndrome del burnout (o síndrome del trabajador quemado), que dicen padecer el 20% de los empleados europeos, según un estudio de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo. Sobrecarga de trabajo, expectativas demasiado altas o falta de directrices claras por parte de la empresa son algunos de los factores que pueden desencadenar este síndrome (ver desglose vertical).

De no ponerle remedio, ya sea por parte del propio trabajador de la empresa, el estrés laboral puede traducirse en irritabilidad, agotamiento físcio y/o mental, ansiedad y puede acabar incluso en depresión. Además, el estrés en el trabajo está asociado con una reducción de la productividad de las empresas y un descenso de la calidad de vida de aquellos que lo sufren. “Hay dos formas de combatir el estrés laboral: cambiar de actitud o cambiar de entorno”, afirmó ayer Oriol Verdú, presidente del Colegio de Psicólogos de Lleida.

A pesar de tratarse de un problema grave de salud, la mayoría de trabajadores estresados no acuden al médico o al psicólogo hasta que no se hallan en una situación límite. “Algunas personas abusan de ansiolíticos buscando una solución a corto plazo”, añadió. Buscar formas de ocio fuera del trabajo, potenciar las técnicas de relajación, practicar deporte, descansar, bajar la carga de obligaciones y aprender a sentirse realizado por el trabajo bien hecho son algunas de las recomendaciones para sentirse mejor.

"Para combatir el estrés se ha de cambiar de actitud o de entorno"

Oriol Verdú. Presidente del Col·legi de Psicòlegs

¿A qué se debe el estrés laboral?

Detrás de los buenos resultados de los trabajadores hay un sobreesfuerzo que en el 99% de los casos no se ve recompensado económicamente ni moralmente. Algunos asumen tareas y responsabilidades que están por encima de lo que se supone que deberían hacer, lo que conlleva trabajar más horas y con más presión.

¿Cuál es el perfil de los afectados?

Suele ocurrir con los trabajadores más responsables y eficientes, ya que el estrés laboral va ligado al nivel de responsabilidad que asumimos ante la empresa y la sociedad. Por mucho que haga esta persona, nunca llega a conseguir los objetivos que se marca.

¿Qué ocurre cuando hay estrés?

Somatizamos el estrés y se traduce en dolor de cabeza, de estómago, cervical, lumbar. Surgen patologías añadidas que manifiestan el malestar emocional.

¿Los trabajadores estresados van al psicólogo?

No si no se trata de casos graves de ansiedad o depresión. Normalmente buscan alternativas, acuden al fisioterapeuta o al médico de cabecera para pedir la baja. Muchos consumen ansiolíticos porque buscan una solución inmediata. Es más fácil tomarse una pastilla que seguir una terapia una vez por semana, aunque los resultados no sean los deseados.

¿Qué hay que hacer para solucionar el problema?

Cambiar de actitud o de contexto, adaptarse a la situación o irse, porque no es fácil modificar las dinámicas en las compañías, aunque se debería trabajar en esta dirección para ganar en salud laboral.