El antiguo Magisteri, uno de los escenarios del Carnaval de Lleida

Lleida prepara su Carnaval, que este año cuenta con un programa de actividades que empezarán el miércoles 22 de febrero y se alargarán hasta el 1 de marzo, día del entierro de la sardina, que después del tradicional recorrido por la calle Major, la Palma y plaza Cervantes este año acabará delante de la zona de Magisteri, actualmente en fase de derribo. Bajo el lema Derribus Interruptus, se llorarán las exequias de Pau Pi y se darán a conocer los premios a las carrozas y comparsas de la Gran Rua del sábado 25. La concejala de Cultura, Montse Parra, presentó ayer el programa del Carnaval y el cartel de la fiesta, que este año es obra de Judith Vidal, estudiante del Ciclo de Ilustración de la Escola d’Art Municipal Leandre Cristòfol. Parra detalló que el programa de este año empezará con el espectáculo Quin disbarat!, a cargo de la Unió de Teatreros Lleidatans.

La tradicional tupinada popular tendrá lugar el 23 de febrero en la plaza Ricard Viñes, mientras que el 24 se celebrará la Rua de Carnestoltes pel Centre Històric. No faltará el viernes la XXXIII Marató de l’Ou en Doctora Castells. El sábado 25 será el gran día del Carnaval leridano. Durante la mañana la Germandat de Pau Pi, organizadora de la fiesta, hará el tradicional recorrido por diferentes calles de la ciudad acompañada por la Ilerband. El plato fuerte llegará por la tarde, con el pregón y la Gran Rua desde Santa Cecília hasta la plaza Ramon Berenguer IV. Las inscripciones ya están abiertas y, de momento, cuentan con 35 carrozas, 4 comparsas y 5 camas para la cursa de llits del domingo 26.

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Un disfraz de “enfermera sexy”, según la propia etiqueta, para niñas de 1 a 14 años ha levantado esta semana la polémica sobre el sexismo en los artículos para menores. En bazares de Lleida pueden hallarse disfraces para niñas de policía o pirata, eso sí, con minifalda. Varios tuiteros, entre ellos la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o la diputada de En Comú Podem, Marta Sibina, alertaron a través de las redes sociales de la venta de este tipo de artículos. La queja ha llegado hasta la asociación de consumidores Facua, que está intentando identificar al fabricante de los controvertidos disfraces. “Todavía no tenemos ningún dato. Seguimos intentando localizar al fabricante para denunciarlo a la autoridad competente”, señaló Rubén Sánchez, portavoz de la organización. El problema, indicó Sánchez, es que una vez localizada la empresa, “no hay nadie que ponga la multa”. Lo que hace Facua es pedir a la empresa que retire el producto porque se están violando las leyes de igualdad de género, pero solo es un apercibimiento.