Récord de solidaridad contra el cáncer infantil

La Seu Vella de Lleida se convirtió ayer en el símbolo de la lucha contra el cáncer infantil al congregar a miles de personas que demostraron, una vez más, su solidaridad con el “Posa’t la gorra” de la Associació de Familiars i Amics de Nens Oncològics de Catalunya (Afanoc). En su cuarta edición, la fiesta de la entidad logró congregar a 8.000 personas de todas las edades y contó con la presencia, entre otras autoridades, de la consellera de Presidencia, Neus Munté. Para entrar, solo era necesario comprar la gorra, con un precio de 7 euros, que este año ha diseñado la marca Múnich y cuyos fondos eran destinados a mantener la Casa dels Xuklis, que acoge a familias en tratamiento en Barcelona, y a los servicios que ofrece Afanoc de forma gratuita.

La música, las artes plásticas y la cultura popular protagonizaron la gran mayoría de las actividades programadas, tanto en el exterior como en el interior del emblemático monumento, y en las que no faltaron las paradas de los servicios de emergencias, los más demandados por los más pequeños. La niebla concedió una tregua y el sol acompañó a las colles geganteres que abrieron la fiesta a las diez de la mañana así como al resto de actividades que duraron hasta las dos del mediodía.

La entidad pide que la discapacidad se otorgue cuando se diagnostique el cáncer y no a los 6 meses

En el escenario principal, dos pequeños grandes héroes fueron los encargados de leer el manifiesto en el que agradecieron el apoyo recibido y lanzaron un grito de esperanza y de superación ante la enfermedad. Abel, de 8 años, y Aran, de 6, fueron la voz de Afanoc en este “Posa’t la gorra”. Su reivindición, tal y como confirmó la vicepresidenta y delegada de la entidad en Lleida, Maite Montañés, es que la Generalitat agilice los trámites para que la concesión de la discapacidad se haga en el momento en el que se diagnostica el cáncer al menor, y no esperar a los seis meses que marca la legislación. Según Montañés, estas familias necesitan estas ayudas, sobre todo cuando en los primeros meses de tratamiento están lejos de casa. Asimismo, destacó que cada vez la ciudadanía se vuelca más. Una movilización que ha propiciado que la entidad celebre este año tres ediciones más de esta fiesta: en Tàrrega y Mollerussa, por primera vez, y en Balaguer, por segundo año consecutivo. “Cada año recibimos más apoyo y esto ayuda a las familias y a los niños a luchar para vencer esta enfermedad tan dura que no entiende de edades ni de razas ni de clases sociales”, afirmó.

“Afrontamos la enfermedad con espíritu de lucha” Aran y Abel fueron los encargados ayer de dar voz a los niños que sufren cáncer y a sus familias. En el escenario central instalado en el Baluard de la Reina de la Seu Vella, el mayor de los dos, de 8 años, dio las gracias por el apoyo recibido por parte de autoridades, voluntarios y ciudadanía, pero, sobre todo, a Afanoc. “Esta experiencia del cáncer puede ser mala y triste pero yo creo que ha fortalecido nuestros vínculos con la familia y con nuestros seres queridos”, señaló. Aran también recordó los momentos difíciles y complicados que supone el cáncer, pero apeló a la esperanza. “Nosotros queremos pensar en el futuro y afrontar la enfermedad con el mismo espíritu de lucha y superación que tantos deportistas demuestran delante de cada reto. Y no estamos solos”, afirmó. El discurso tuvo un recuerdo para los niños que no han podido superar el cáncer. “El primer premio de esta carrera es llegar juntos”, reivindicó. El manifiesto acabó con la actuación de los Castellers de Lleida, que levantaron dos pilares de cuatro.