EDUCACIÓN
Un madrileño con 700.000 alumnos, entre los diez mejores profesores del mundo
Enseña a través de vídeos colgados en Youtube
No hay nada de extravagante en sus herramientas básicas, un rotulador y una pizarra, pero David Calle no es un profesor cualquiera: enseña a través de vídeos colgados en Youtube, tiene más de 700.000 alumnos y es uno de los 10 finalistas del Global Teacher Prize, galardón otorgado al mejor docente del mundo con una dotación de un millón de dólares al ganador.
En una entrevista con Efe tras anunciarse el pasado miércoles su nominación tras ser seleccionado entre 20.000 aspirantes de 179 países, Calle (Madrid, 1972) reconoce estar "colapsado" por el aluvión de atención mediática que ha recibido en las últimas horas, pero se siente "muy agradecido" por la oportunidad que supone para Unicoos, la página web que concentra su labor educativa.
"A Unicoos le puede venir muy bien que la gente conozca que existimos, que apostamos por la educación gratuita y que hacemos un montón de cosas gratis por los chavales", señala este ingeniero reconvertido a enseñante, a quien le da "mucho reparo" una fama que "no esperaba, ni mucho menos", dado que no se considera "ni el mejor profesor" de su pueblo.
Desde su residencia en el municipio madrileño de Velilla de San Antonio, Calle llega a miles de estudiantes hispanohablantes de todo el planeta: sus 705 vídeos de Matemáticas, Física, Química y Tecnología acumulan más de cien millones de visitas.
La idea de servirse de Youtube surgió hace seis años, cuando se percató de que "había muchas familias que no podían permitirse una academia", lo que le llevó a realizar sus primeros vídeos a pesar de que "tenía mucha vergüenza" y "no tenía ni idea de cómo editar".
Su experiencia anterior en clases de apoyo le permitió saber en qué fallaban los chavales y ver que casi siempre tenían las mismas dudas y los mismos problemas y, aunque "empezó todo muy despacio" y al principio sólo pensaba en ayudar a sus "veinte o treinta alumnos", no tardó en recibir otras peticiones, "de fuera de España incluso".
"En el fondo lo hago por pura pasión", asegura Calle, y subraya que las "catorce horas al día" que dedica a Unicoos no dejan de ser "tiempo libre", dado que su trabajo en su academia presencial le mantiene "pluriempleado".
La labor "exige mucho trabajo", sobre todo lo referido a editar los vídeos, ya que al profesor le gusta "incluir recursos nuevos" y alcanza a publicar "ocho o nueve al mes" aunque al principio eran "doce o trece".
Esta realidad podría cambiar gracias a su candidatura al oficioso 'Nobel' de la enseñanza, por no hablar de lo que supondría llevarse a casa el millón de dólares del premio: "Con Youtube no se gana dinero, al menos en mi caso", apunta.
El maestro ya tiene multitud de ideas en mente: contratar un editor y profesores para poder grabar vídeos de otras asignaturas, desarrollar la página web y ofrecer soluciones a otros profesores e incluso dar el salto a otros idiomas y subtitular sus lecciones en inglés o en portugués: "Me consta que en Brasil me siguen mucho".
Pase lo que pase, y a pesar de haber alquilado un aula en Madrid "para acercarme más a los alumnos", Calle no ha "contemplado" pasarse a la docencia ordinaria y prefiere continuar su proyecto "aunque no tenga una nómina fija ni vacaciones pagadas", porque le encanta "ayudar a chavales que tienen grandes problemas de frustración y graves carencias de base".
Es evidente que su método ya posee una importantísima demanda, y es que a fin de cuentas los usuarios de Unicoos "han nacido con Youtube" y "están acostumbrados al vídeo", formato que "pueden ver cuando quieran y donde quieran" y aporta un elevado "grado de interacción".
"Son otra generación, otro tipo de alumnos, son más impacientes, se frustran antes, trabajan menos, tienen menos base y se les olvidan muchas cosas de un examen a otro. Yo estoy ahí para ayudarles", argumenta Calle.
Ya ha habido "bastantes editoriales" que han ofrecido a este particular 'youtuber' la posibilidad de publicar volúmenes recopilatorios de sus lecciones, pero él piensa que "no tiene mucho sentido ponerlas por escrito" y cree que "con la página web es suficiente".
"No soy un innovador", declara Calle, cuyo éxito tiene una receta sencilla: "Transmitir empatía, pasión y energía, mostrar a los chavales que queremos ayudarles, que nos preocupamos por ellos, que mostramos interés por la asignatura que enseñemos y decirles que no se rindan nunca".