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OBITUARIO ARTISTA

Un símbolo para la historia

Jaume Pedrós, con el logotipo “Llibertat d’expressió”.

Jaume Pedrós, con el logotipo “Llibertat d’expressió”.

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De los lápices de Jaume Pedrós salió un dibujo que se convirtiría en bandera de la libertad; un símbolo para la historia que sobrevivirá a su autor. Pedrós, de 59 años de edad y creador del logotipo de la transición democrática “Llibertat d’expressió”, falleció el pasado domingo en su población natal, La Fuliola. Suya es la conocida imagen de una máscara blanca con la boca tachada por una línea roja. La diseñó en el año 1977, cuando era estudiante de Bellas Artes y miembro del Col·lectiu de treballadors de l’art. L’art per a tothom.

Pedrós, que pasó sus últimos años en un delicado estado de salud, explicó el origen de su famoso logotipo en una entrevista concedida a SEGRE en 2014. “En aquel momento me dedicaba a hacer dibujos para obras teatrales y la compañía teatral Els Joglars me lo encargaron”.

Pedrós creó su conocido logotipo mientras era estudiante de Bellas Artes, en el año 1977

La idea surgió a raíz de la presentación de la obra teatral La Torna, una obra que representaba de forma metafórica los últimos días y la ejecución del anarquista Salvador Puig Antich en 1974. La representación teatral de 1977 mostraba una farsa en la que todos los personajes, excepto la víctima, Georg Michael Welzel, actuaban con el rostro tapado con caretas.

Se trataba de una pieza de teatro comprometido políticamente, del movimiento artístico conocido con el nombre de “teatre independent” y surgido en los primeros momentos de la democracia, cuando la censura daba sus últimos coletazos. Tras la presentación de esta obra, primero en Barbastro y después en Reus, algunos miembros de la compañía teatral de Els Joglars fueron encarcelados. Este hecho dio pie a una campaña en defensa de la libertad de expresión que tuvo como símbolo la máscara diseñada por el artista de La Fuliola.

Posteriormente, Pedrós publicaría tiras cómicas para diferentes periódicos, entre ellos SEGRE en el año 1985 (con su personaje Irene). Trabajó también para la editorial Bruguera.

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