Una Passió del siglo XVI

La Passió Medieval consolidó ayer, en su segunda edición, el montaje de esta obra que recupera la Passió Medieval de Cervera. La historiadora Teresa Salat, que explicó la evolución de la Passió a lo largo de los siglos, manifestó que la obra ha pasado de ser un misterio a ser un espectáculo. Así, dijo que incluso la obra escrita en Cervera en 1940 tenía como objetivo “cristianizar a los rojos, con palabras de tono racista, consecuencia del momento histórico, como cuando menciona la expresión perro judío”. En cambio, hoy la obra, explicó Salat, tiene como objetivo ser un espectáculo “de tremenda actualidad”. Una denuncia de la violencia de género “con el ejemplo de la Madalena” o de racismo, con frases como “tu que eres judío me das a mi agua que soy samaritano”.

La segunda edición de la Passió Medieval llenó ayer la colegiata gótica de Santa Maria. Se trata del texto más antiguo que se conserva en Europa y se remonta al año 1534. Se lleva a cabo sin luz eléctrica ni tampoco megafonía y este año, además, los actores han lucido vestidos confeccionados en lino, es decir, el material que se utilizaba en la época medieval. De hecho, explica su director, Pep Oriol, para actuar en la Passió en el medievo la gente adaptaba la mejor ropa de vestir que tenía para poder lucirla en la actuación. El proyecto cuenta también con música en directo y la actuación de la agrupación coral de Cervera. En total, un centenar de actores y músicos que desgranan en poco más de dos horas y en catalán antiguo la obra original.

Como curiosidad, el cadalso tiene casi 30 metros de longitud, cruza toda la iglesia y las escenas se montan sobre la marcha de la actuación. La peculiaridad es que la escena toma la forma de cielo con tonos azulados en el extremo del altar mayor y de infierno en el extremo de la puerta de salida. Ángeles y diablos interactúan durante toda la obra. La Passió Medieval se sirve íntima, sencilla, sin más efectos que el color de los decorados, sin otro ruido que la palabra y la música. Alba Cuñé y Pep Oriol se han ocupado de la reconstrucción de la obra y Xesco Grau, de la música.

Las pasiones reivindican más ayudas para su mantenimiento Cervera inauguró ayer la temporada catalana de pasiones. A la cita asistieron representantes de las 9 obras de la Federació de Passions de Catalunya, que destacaron el elevado coste de estos proyectos, sobre todo si se mantienen equipamientos escénicos propios, como Cervera. Pasiones como la de Llinàs del Vallès y Esparraguera reivindicaron más ayudas de las administraciones. El presidente de la de Cervera, Xavier Cañabate, reconoció las dificultades pero se consideró satisfecho de las ayudas de Generalitat y Paeria, de 20.000 euros anuales.