Más de 80 personas tratan su adicción a las drogas cada año en Torreblanca

Un hombre de entre 28 y 30 años de edad y que ha tenido una adicción de años a la cocaína y la heroína. Este es el perfil de las personas que la Associació Egueiro atiende en la comunidad terapéutica de desintoxicación de Torreblanca, en Ponts. Por allí pasan cada año entre 80 y 100 personas y en breve abrirá un piso en Ponts para la reinserción final.

Entre 80 y un centenar de personas pasan cada año, desde hace ya un cuarto de siglo, por la comunidad terapéutica de Torreblanca, situada en el término municipal de Ponts, con el objetivo de tratarse para superar una importante adicción a las drogas. Lo hacen en un centro pionero, de titularidad municipal pero gestionado desde hace más de dos décadas por la Associació Egueiro, que entró en funcionamiento en 1992 en este pueblo que llevaba varios años abandonado. Desde entonces son cientos las personas que han pasado por allí, el 98% después de haber consumido drogas durante varios años y que presentan una importante dependencia.

En Torreblanca, centro subvencionado de la red pública catalana de atención a las drogodependencias, están ya en una segunda fase del tratamiento a la que acceden después de haber pasado el periodo de abstinencia, de aproximadamente medio año, en otros recursos de la entidad. Aunque el centro es mixto, la gran mayoría de las personas atendidas en la veintena de plazas con las que cuenta son hombres. Tienen entre 28 y 30 años de media y presentaban una politoxicomanía, es decir, un consumo de varias sustancias, generalmente cocaína y heroína, aunque también éxtasis.

“En los primeros años la mayoría presentaban un perfil marginal, pero con la ‘sociabilización’ de la cocaína como droga de éxito cambió”, reconoce Jaume Vilanova, director general de la Associació Egueiro. Ocurrió a partir del año 2000 aproximadamente y desde entonces entre sus usuarios ha habido titulados universitarios, profesores o responsables de importantes compañías.

En esta segunda fase, en la que están de media de ocho a 10 meses, el tratamiento ya no pasa por los fármacos (superada la abstinencia), sino que se basa en un plan de trabajo individualizado en función del perfil, el apoyo familiar o el factor laboral.

Un hombre de entre 28 y 30 años y que había tomado cocaína y heroína durante años, el perfil mayoritario

Torreblanca es la única comunidad terapéutica en Ponent y el único centro de Egueiro en la provincia. Pero esto último cambiará después del verano, ya que la asociación tiene previsto abrir en Ponts un piso de reinserción, el recurso en el que se atiende a los usuarios en la tercera fase del tratamiento. Comenzará a funcionar con tres o cuatro plazas y se sumará a los siete con los que ya cuenta Egueiro en Tarragona y Barcelona. “Aquí los usuarios ya tienen un grado de autonomía alto y no hay personal de la entidad de forma permanente, aunque se hace una supervisión”, apunta Vilanova.

El tratamiento

Jaume Vilanova, director general de Egueiro «Son personas con una fuerte dependencia» ¿Que tipo de consumidor tratan en Torreblanca? El perfil de las personas que están en una comunidad terapéutica no es el de un consumidor ocasional. Esta gente lleva varios años y con una importante dependencia. ¿Qué tipo de terapia siguen en esta comunidad? Son personas que viven aquí y cada actividad que hacen (preparar la comida, limpiar o lavar la ropa) es terapia.