El Papa reclama paz en Egipto

El Papa Francisco proclamó ayer durante su primer discurso en Egipto que pronunció ante líderes musulmanes, un “no fuerte” a la violencia en nombre de la religión al tiempo que advirtió del peligro de instrumentalizar la fe. Entre los presentes se encontraba el imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb. “Repitamos un ‘no’ fuerte y claro a cualquier forma de violencia, venganza y odio cometidos en nombre de la religión o en nombre de Dios”, subrayó el Papa durante la Conferencia Internacional sobre la Paz que se llevó a cabo en Al-Azhar, la más antigua Universidad islámica. Francisco afirmó que su deber es “desenmascarar la violencia que se traviste de presunta sacralidad” y instó a “excluir cualquier posición absoluta que justifique formas de violencia”. “La violencia, de hecho, es la negación de toda religiosidad auténtica”, concretó. Por ello, les pidió que centren sus esfuerzos en desenmascarar “los intentos de justificar cualquier forma de odio en nombre de la religión y condenarlos como falsificaciones idólatras de Dios”. De este modo, reclamó de los responsables religiosos una denuncia de “las violaciones contra la dignidad humana y contra los derechos humanos”. “Solo la paz es santa y no se puede perpetrar ninguna violencia en nombre de Dios porque profanaría su nombre”, especificó. Por otro lado, durante su discurso aludió a los riesgos que existen cuando la religión se acerca al poder político porque, según señaló, podría quedar “absorbida por la gestión de los asuntos temporales” y “tentada por la seducción de los poderes mundanos que en realidad la instrumentalizan”. El viaje del Papa a Egipto se produce 20 días después de que 44 cristianos coptos murieran en un ataque terrorista que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) durante el Domingo de Ramos.