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Un infierno de lo más festivo
Más de 300 ‘diables’, entre niños y mayores, recorren el centro en un ‘correfoc’ con cientos de carretillas || La ‘colla’ de Lleida, acompañada de las de Reus, Cervera, Vilafranca y Borges del Camp
La Festa Major de Lleida fue ayer un auténtico infierno. Pero un infierno muy festivo cuya mecha encendieron los más de 300 diables, entre niños y mayores, que desde las ocho de la tarde y durante casi tres horas recorrieron las principales calles del centro de la ciudad llenándolas de fuego. Y es que ayer la agenda de los festejos tenía señalado en rojo el correfoc como acto central. Lo abrieron los más pequeños, la Colla Infantil dels Diables de Lleida, que en esta ocasión estuvieron acompañados por los Carranquers de Cervera y la Cabra Petita de Reus. En total, un centenar de demonios en miniatura que se encargaron de lanzar más de 300 carretillas y surtidores entre el recorrido y el lucimiento, un colofón final que mostraron frente a la plaza de Sant Francesc, donde se congregó numeroso público. Y es que la colla infantil de Lleida, que este septiembre celebrará su décimo aniversario, tiene cada vez más tirón y de sus primeros correfocs con una decena de niños han pasado a congregar ahora a medio centenar.
Los pequeños dieron paso a los mayores. Más de 200 diables, de Lleida pero también del Ball de Diables de Vilafranca y de Les Borges del Camp se concentraron en la plaza del Seminari dispuestos a encender más de un millar de carretillas y surtidores por las calles del Barri Antic hasta llegar a la avenida Blondel y parar delante de la plaza de Sant Francesc. Allí, cada una de las colles participantes tuvo su momento de presentación y lucimiento. Fue entonces cuando los Diables de Lleida exhibieron al Drac Carrincló y a los Marraquets para poner el broche final a una noche festiva, pero de lo más infernal.