SALUD MEMORIAL
El sida ha causado la muerte a 300 leridanos desde los años 80
Lleida y la asociaciación Antisida recordaron ayer, en el marco del Día Memorial del Sida, a los leridanos que han fallecido a causa de esta enfermedad desde que se descubriera en la década de los 80. La entidad tiene constancia de 250 personas, de las que ayer se leyeron los nombres en un emotivo acto en el Institut d’Estudis Ilerdencs, pero calcula que la cifra podría ser superior y rondar las 300. “En los primeros años el sida era casi como una condena a muerte y para el 60% de los infectados la esperanza de vida era muy corta”, aseguró Joan Fibla, presidente de Antisidad de Lleida. No obstante, ayer también se quiso mandar un mensaje optimista y es que en la actualidad la mortalidad se ha reducido a prácticamente cero y los que fallecen suelen ser personas diagnosticadas hace muchos años. “La situación hoy es esperanzadora porque los contagiados pueden llevar una vida prácticamente normal”, afirmó Fibla. Sin embargo, alertó que para lograrlo es muy importante que las personas que hayan tenido prácticas de riesgo se hagan la prueba lo más rápidamente posible, ya que hay aproximadamente un margen de entre uno y dos años desde el contagio que permitiría evitar que se desarrolle la enfermedad. “Así también se evita que se disperse el virus porque se calcula que un 30% de las personas contagiadas lo desconoce”, aseguró el presidente de Antisida, entidad que el pasado año detectó tres casos de VIH y otro más desde el pasado mes de enero.
Otro de los aspectos positivos que se destacaron fue la vacuna terapéutica que ha probado con éxito un equipo dirigido por investigadora leridana Beatriz Mothe. Ella misma fue la encargada de leer, en un acto al que acudieron miembros y voluntarios de la entidad, así como amigos y familiares de los enfermos fallecidos, un manifiesto en el que se clamó contra el rechazo social que a día de hoy todavía experimentan algunas personas con VIH, tanto en el ámbito laboral como el social, y que les impiden manifestar libremente su condición por miedo a las consecuencias. El Cor de la Universitat de Lleida, UniCorn, puso la nota musical.