VULNERABILIDAD
La pobreza se cronifica en Lleida
Creu Roja atiende a más de 3.100 personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas || Ponent es la demarcación catalana donde esta situación es más persistente y afecta al 63% de usuarios
Raquel Lara, usuaria de los programas de atención de Creu Roja, ayer en la sede de la entidad.
Los datos macroeconómicos hablan de recuperación económica, pera esta poco se nota entre buena parte de la ciudadanía. Esta es una de las conclusiones del décimo estudio de L’Observatori de la Creu Roja “La cronificació de la pobreza”, que alerta de que el 63% de los leridanos atendidos por la entidad en el último año sufren una situación de pobreza crónica, ya que llevan más de tres años sin poder cubrir sus necesidades más básicas.
En 2016, Creu Roja atendió en las comarcas leridanas a más de 3.100 usuarios en sus programas de lucha contra la pobreza y el estudio se ha hecho a partir de encuestas a 246 de estas personas. Entre los datos más alarmantes, destaca que Lleida es la demarcación catalana donde hay una mayor cronificación de la pobreza, al superar en 22 puntos la media de Catalunya. Una situación que, la entidad, explica porque los usuarios de Lleida llevan más tiempo necesitando estas ayudas, son parados de larga duración y más jóvenes, con una media de edad de 41 años.
El 13,4% de los usuarios de Creu Roja en Lleida no han cotizado nunca a la Seguridad Social
El estudio también señala que ocho de cada diez atendidos en Lleida sufren de pobreza severa, ya que son familias de cuatro personas que ingresan menos de 800 euros al mes. Además, un 15% de los usuarios no reciben ningún tipo de ayuda o ingreso. Una situación agravada por el desempleo, que afecta a seis de cada diez familias, y que perjudica a la futura pensión de jubilación.
De hecho, un 13,4% de los encuestados no ha cotizado nunca y otro 17% ni siquiera sabe si lo ha hecho a lo largo de su vida laboral. Creu Roja también alertó de las graves consecuencias de esta pobreza cronificada, como los problemas de salud, que afectan al 100% de los usuarios. Al respecto, la presidenta de la entidad, Dolors Curià, señaló que la renta garantizada de ciudadanía es un “paso adelante” y que ayudará a aliviar esta situación.
Datos del informe en Lleida
- 3.100 personas. Usuarios atendidos el pasado año en Creu Roja Lleida en los programas de lucha contra la pobreza.
- 38,6% no puede pagar hipoteca. Porcentaje de usuarios que no puede pagar el alquiler o la hipoteca y el 55,7% arrastra deudas.
- 600 euros. Trabajar no garantiza salir de la pobreza, ya que el 40% cobra por debajo del salario mínimo.
- 63% pobreza crónica. Nivel entre los usuarios de Creu Roja en Lleida, que supera en 22 puntos la media catalana.
- Protesta contra la pobreza energética, que aumenta 23 puntos en tres años. Una decena de entidades sociales de Lleida, bajo el paraguas de la coordinadora de mareas, organizan una marcha el próximo 10 de junio desde la plaza de Els Pagesos hasta la de Sant Joan para pedir más medidas por una vivienda digna y más políticas sociales. Acusan a la Paeria de incumplir la ley de pobreza energética y solicitan más alquileres sociales. Entretanto, Creu Roja señaló este martes que la pobreza energética ha aumentado 23 puntos en Lleida en los últimos tres años y afecta al 84,6% de los usuarios encuestados.
- Más de 22.400 usuarios atendidos en 2016, un 10% más en un año. La presentación del estudio también sirvió para que Creu Roja Lleida hiciera balance de sus actividades en 2016, año en el que atendió a 22.417 personas en las comarcas leridanas, un 10% que en 2015. Entre los programas, la presidenta de la entidad, Dolors Curià, destacó, por ejemplo, que las tarjetas alimentarias se han triplicado hasta las 457 y que se han repartido 258 kits de apoyo infantil. Asimismo, señaló que el programa de atención a refugiados cuenta ya con 22 plazas y que 18 personas están en la fase de integración.
Raquel Lara, usuaria de Cruz Roja: «Antes de la crisis vivíamos bien y ahora estamos de okupas» Raquel Lara es una vecina de Lleida cuya familia depende de las ayudas de Creu Roja para poder llegar a final de mes. Raquel, su marido y sus dos hijos de 5 y 10 años llevan un año viviendo en un piso “okupa”, del que podrían ser desahuciados en julio. Raquel, de 31 años, solo trabaja una hora al día como cuidadora en un colegio, con un sueldo que no llega a los 200 euros al mes, y su marido, en el paro, trabajará en la campaña de la fruta durante dos meses. “Estamos en esta situación desde hace seis años, cuando empezó la crisis de la construcción y mi marido se quedó sin trabajo”, explica Raquel. “Antes de la crisis vivíamos bien, teníamos para todo, incluso para nuestros caprichos”, señala, ya que el matrimonio trabajaba con un contrato estable. Desde el pasado septiembre, esta familia acude a Creu Roja para buscar alimentos y ayudas para los niños. “No tenemos ninguna prestación porque al estar empadronados con mi madre no puedo acceder al PIRMI y no puedo registrarme en el piso okupa”, explica esta joven. Una situación que podría empeorar si son desahuciados en dos meses. “Estamos negociando con el banco para que no nos eche a la calle”, afirma. En cuanto al futuro, Raquel lamenta que si siguen así “no habrá jubilación para nosotros y lo que quiero es un trabajo ya, y no de una hora”. Una situación que les ha afectado a la salud, con problemas de depresión y ansiedad, por los que también han precisado ayuda médica. A pesar de l levar años arrastrando problemas económicos, le costó mucho pedir ayuda. “Me daba vergüenza”, reconoce Raquel.
