Las ludotecas están en auge

Jugar no solo no pasa de moda, sino que cada vez va a más. Muestra de ello es el auge que han experimentado este curso las cinco ludotecas municipales de Lleida (Balàfia, La Bordeta, Cappont, Centre Històric y Parc de Gardeny), que han ganado un 7% de socios y ya son más de 1.300. Y no solo eso, sino que también han aumentado las visitas totales, con 65.894 este curso, más de tres mil más que el año pasado. De media, el conjunto de las ludotecas reciben cada día la visita de 317 usuarios y cada uno de los socios utiliza una treintena de veces al año estos espacios de juego. La de Balàfia es la más solicitada de todas las de la ciudad, con 360 socios y con más de 18.000 durante el curso actual, lo que supone más de una cuarta parte del total. Además de las salas de juego que ofrecen, las ludotecas, que están pensadas para niños de hasta 12 años, también impulsan diferentes programas (Nadó, Ralet y Fil) para fomentar las relaciones familiares.

Fiel reflejo de estas cifras fue la novena edición del Lleida Juga, la fiesta de final de curso organizada ayer por las ludotecas en un espacio de 8.000 metros cuadrados en los Camps Elisis y por el que pasaron más de dos mil personas. Organizada también para conmemorar el Día Internaconal del Juego, contó con la novedad de la instalación de diferentes entretenimientos de agua como pompas de jabón o juegos acuáticos de puntería, pero los asistentes pudieron disfrutar además con juegos gigantes fabricados por los usuarios en ediciones anteriores o un espacio para bebés. La fiesta, en la que colaboraron 40 voluntarios alumnos del instituto Ronda y el colegio Episcopal, comenzó con un espectáculo itinerante de la Pantomima, recibió la visita de los personajes del Club Banyetes y estudiantes de la UdL protagonizaron un cuentacuentos.