SOCIEDAD
Colectivo LGTBI: De la ilegalidad a liderar el "ranking" de aceptación social
La década de los 80 trajo cambios y aires de libertad sexual a la sociedad española, que apagó la pandemia del sida, "haciendo rebrotar una homofobia total y debilitando mucho al 'movimiento'"
España ha sufrido un cambio radical y, "aunque en derechos todo va muy lento y llega tarde", el colectivo LGTBI ha dado ejemplo de cómo se puede revertir una situación de discriminación, ilegalidad y penalización "dando la cara y arrancando reformas políticas con la lucha cotidiana".
Así resume lo sucedido en España desde las primeras elecciones democráticas del 15 de junio de 1977 Jesús Generelo, el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), mientras la primera diputada transexual en la Asamblea de Madrid, la socialista Carla Antonelli, se refiere a estos 40 años como un "viaje de la noche al día".
La transición comenzó con la homosexualidad declarada ilegal y penalizada en "acciones y en esencia". Con la Ley de peligrosidad social y rehabilitación, "ser o parecer homosexual o transexual era motivo suficiente para ser encarcelado", recuerda Generelo, que subraya que hasta 1979 no se eliminaron los artículos referentes a la homosexualidad de esta norma.
"Todo era puro ostracismo y estigma, tanto en los espacios públicos como privados (familia) y muy poca gente estaba preparada para vivirlo con dignidad", indica.
Se luchó para conseguir la retirada de la Ley de escándalo público (1983) y la derogación total de la Ley de peligrosidad (1995), mientras surgían las primeras asociaciones LGTB (clandestinas e ilegales) que permitieron la organización del colectivo "en pequeñas células".
La década de los 80 trajo cambios y aires de libertad sexual a la sociedad española, que apagó la pandemia del sida, "haciendo rebrotar una homofobia total y debilitando mucho al 'movimiento'".
Sin embargo, Generelo considera que el VIH evidenció las deficiencias del sistema y derribó "el mito de que la orientación sexual era una cuestión privada: la gente moría en los hospitales sin poder tener a sus parejas al lado, los viudos eran expulsados de las viviendas compartidas y había problemas con los alquileres y en los trabajos", explica.
Se comenzó a legislar sobre los derechos del colectivo "muy tímidamente" en los 90, fecha en la que nace la FLGT (1992), lo que para su actual presidente fue muy importante porque supuso el inicio de la lucha unitaria contra las manifestaciones de homofobia enraizadas.
Navarra, Cataluña y Madrid aprobaron leyes autonómicas de parejas de hecho y el colectivo comenzó a reclamar una estatal. "Con el gobierno de (José María) Aznar esto era imposible".
Por ello se decidió utilizar "la celebración del Orgullo", que aún era minoritario "como herramienta política".
"No existíamos ni para partidos ni para sindicatos, éramos una cosa exótica", recalca, "pero cuando sacamos a la calle a millones de personas, se nos empezó a ver como un movimiento a tener en cuenta, con capacidad de reivindicación".
El movimiento se refuerza y demanda una Ley de matrimonio igualitario alegando que la Constitución no permite ningún tipo de discriminación" y los partidos políticos "empiezan a apostar por los derechos del colectivo LGTB como una cuestión de primer orden".
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero lo incluye en su programa y "sorprendentemente lo cumple y muy rápido (2005)", lo que dio una "gran visibilidad, demostró que no era una cuestión privada y logró que la sociedad empezara a ver la LGTB con respetabilidad", recuerda Generelo.
Antonelli también destaca la Ley de identidad de género de 2007, que en la actualidad está pendiente de reforma "para incluir a los menores y eliminar la patologización", ya que los transexuales siguen siendo considerados enfermos.
Recuerda Antonelli que hasta esa fecha, para tener "documentación con su identidad u obtener un cambio en el Registro Civil", había que pasar por el quirófano para hacerse una cirugía de genitales. La Ley eliminó esa obligatoriedad y se convirtió en un trámite administrativo.
Pero, a pesar de estos cambios, ambos lamentan que "aún queda mucho por hacer". La diputada socialista reclama una Ley estatal integral de transexualidad y otra contra la LGTBIFobia. Además, apuesta por la concienciación social y la educación en la diferencia y la diversidad desde la infancia.