SOLIDARIDAD BALANCE
Càritas atiende a un 14% más de usuarios drogodependientes
Las Càritas Diocesanas de Lleida, Urgell y Solsona alertaron ayer de un aumento del número de personas atendidas por drogodependencia, con 14% más que el año pasado, y que atribuyeron a la mayor tolerancia del consumo de alcohol y marihuana entre los más jóvenes. Así lo señalaron en la presentación de las memorias de 2016, año en el que tres delegaciones de Càritas atendieron a 13.973 personas, una cifra inferior a la del año anterior, pero que ha incrementado los recursos destinados a las familias ante la cronificación de la pobreza.
En cuanto a los casos de drogodependencias, instaron a apostar por la prevención, ya que el consumo de “porros” y alcohol puede ser “la puerta de entrada a una adicción más problemática”. Entretanto, la cronificación de la pobreza ha hecho que las entidades destinen más recursos a un seguimiento más exhaustivo de familias con diferentes problemas y parados de larga duración que tienen más difícil la salida de su situación de vulnerabilidad, ya que las mejoras económicas no han llegado a este tipo de colectivos.
En 2016, las Càritas de Lleida, Urgell y Solona destinaron 511.550 euros a ayudas económicas para que las familias cubran las necesidades más básicas y gastaron más de 2,5 millones en los diferentes programas de atención. Asimismo, los responsables destacaron la falta de voluntarios jóvenes, ya que este tipo de voluntariado necesita un compromiso, pese a que cuentan con un total de 1.476 personas.
Más demanda de pisos sociales por la burbuja del alquiler ? Los responsables de Càritas, así como el obispo de Lleida, Salvador Giménez, alertaron ayer de que se ha incrementado la demanda de pisos sociales ante la “burbuja” de los precios del alquiler, que siguen subiendo. El año pasado, las personas atendidas en pisos sociales aumentaron un 186%, hasta las 63. Por ello, pidieron a los propietarios de pisos vacíos que los cedan a Càritas, que se ocupará del mantenimiento y facilitará el acceso a la vivienda. Mientras, la atención a personas sin hogar disminuyó por la menor presencia de temporeros.