Aulas que son como saunas

La inusual ola de calor en estas fechas ha convertido muchas aulas de colegios e institutos de Lleida en saunas donde se llega a temperaturas de 35 grados, muy por encima del límite máximo de 27 que fija para los lugares de trabajo sedentarios la normativa sobre seguridad y salud. Este hecho ha llevado a los sindicatos a exigir a Enseñanza medidas que mitiguen el calor tanto en estas semanas finales del curso como en las iniciales, en septiembre. Si el jueves ASPEPC propuso reducir las horas de clase en junio, ayer CCOO presentó un escrito a la delegación de Enseñanza reclamando que “adopte las medidas correctoras y preventivas necesarias para combatir las elevadas temperaturas en los centros”. Añade que, si no lo hace, CCOO emprenderá “las actuaciones sindicales, jurídicas y legales oportunas”. Su responsable en Lleida, Pere Sánchez, indicó que como mínimo habría que dotar a los centros de ventiladores. Por su parte, el sindicato con más representación en el sector, USTEC-STEs, ha instado a los centros a que notifiquen al servicio de prevención de riesgos laborales las altas temperaturas para que los técnicos comprueben in situ las condiciones en las que dan clase. Su portavoz en Lleida, Jaume Añé, recordó que hace años que piden medidas correctoras. Añé apuntó que al menos media docena de escuelas e institutos habrían comunicado la situación de riesgo. El delegado de Enseñanza, Miquel Àngel Cullerés, admitió que “es posible” que haya habido estas notificaciones, pero precisó que se trata de una ola de calor puntual.

Por otra parte, los Agentes Rurales han intensificado los controles de las cosechadoras y embaladoras de paja en el marco de la campaña de la siega. La implicación de los agricultores ha permitido una reducción del número de incendios de alrededor del 30% en los últimos cinco años. En cuanto a las temperaturas, las máximas remitieron ayer levemente.