MOVILIZACIÓN IGUALDAD
Arcoíris reivindicativo en Lleida
Unas 300 personas recorren el centro de la ciudad para reivindican los derechos del colectivo LGTBI|| La Generalitat prevé cerrar con una sanción administrativa el caso del profesor homófobo del Gili
Lleida se convirtió ayer en la sede del colectivo LGTBI y clamó contra los últimos casos de homofobia que ha registrado Ponent, desde las palabras del obispo de Solsona, Xavier Novell, hasta el caso del profesor de Filosofía del Gili i Gaya, en manos de la Generalitat y que podría cerrarse con una sanción administrativa. En un tono festivo y reivindicativo, unas 300 personas recorrieron el centro de la ciudad en la manifestación descentralizada de la Comisión Unitaria 28J para la liberación lesbiana, gay, transexual, bisexual e intersexual. El acto central se celebrará en Barcelona el próximo 28 de junio. Con cánticos que iban contra la discriminación y reclamando más respeto, los participantes comenzaron la marcha en la plaza Sant Joan, pasando por Rambla Ferran, Blondel, avenida Catalunya y Rambla de Aragón, hasta llegar a la pista de la Panera, donde se hicieron los discursos y se dio paso a la fiesta. Los manifestantes hicieron un alto ante la sede del obispado de Lleida para desplegar una pancarta contra los casos de homofobia.
Al respecto, la presidenta de Colors de Ponent, Sandra Castro, señaló a este diario que la jornada sirve para visualizar al colectivo y reivindicar sus derechos. “Hay mucha homofobia arraigada y una organización como la nuestra hace mucha falta en Lleida”, afirmó. Sobre el profesor del Gili que recibió un plantón por parte de los alumnos al señalar que la homosexualidad es “antinatural”, Castro reclamó más “contundencia” para “proteger” a los adolescentes. Por ello, han presentado sendas denuncias ante la conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias (que ya ha abierto un expediente al profesor) y ante el Síndic de Greuges. Pero Colors de Ponent también quiere que se investigue la actuación del departamento de Enseñanza, que cerró el caso del Gili sin ninguna sanción. “El comportamiento de este profesor ha vulnerado muchas leyes, incluso podría derivar en un caso penal”, afirmó Castro. En un año y medio de vida, Colors de Ponent ha atendido decenas de casos de homofobia y la cifra va en aumento. Ante esta situación, su presidenta pidió más formación para los profesionales de Enseñanza y contundencia ante cualquier discriminación.
Por su parte, la directora de Igualdad, Mireia Mata, insistió en que las palabras del docente del Gili i Gaya son “deplorables”, pero consideró que, de momento, podría quedar en una sanción administrativa (de 300 a 1.700 euros) al no haber indicios de delito penal. En todo caso, Mata quiso reconocer la actitud de los alumnos y animó a denunciar este tipo de casos.