Gran ayuda para los diabéticos

El Servei Català de la Salut empezará a financiar a los diabéticos a partir del último trimestre de este año los medidores continuos de glucosa, indicados para los pacientes de tipo 1 (que necesitan inyectarse insulina), unos 5.000 en las comarcas leridanas.

Estos aparatos suponen una importante mejora para estas personas, ya que, aunque no elimina, sí reduce el número de pinchazos para saber el nivel de azúcar en sangre (necesitan entre seis y siete diarios) y ofrece un mejor control de la enfermedad, lo que reduce las complicaciones. “El beneficio auténtico es que aporta calidad de vida y da resultados en salud”, explica, en declaraciones a este diario, Rosa Vidal, técnica del área de atención sanitaria del CatSalut.

Sin embargo, actualmente, los pacientes que optan por estos medidores tienen que hacer frente a un importante gasto. El tipo más económico, conocido como flash y que no cuenta con alarmas que avisan a la persona, sino que es esta la que debe activarlo para conocer los niveles, supone 60 euros cada 14 días.

La otra tipología, los sistemas de monitorización continua real, aportan muchos más datos y sí incluyen las alarmas (un gran avance en el caso de los niños diabéticos), pero comportan una inversión inicial de hasta 1.300 euros y un gasto mensual de entre 150 y 250 euros.

“Todos los pacientes usan las tiras y solo quien se lo puede permitir tiene monitorización. Es una reivindicación porque un paciente bien controlado no tiene complicaciones y eso reduce el gasto sanitario”, apunta el leridano Francesc Fernández Barqué, presidente de la Associació de Diabètics de Catalunya y coordinador de la delegación en Lleida, provincia en la que hay unos 40.000 diabéticos, el 90% de tipo 2, que no necesitan controlar contínuamente la glucosa al no ser insulinodependientes.

Catalunya será una de las primeras comunidades en financiar estos medidores. Se hará de forma progresiva y se iniciará a finales de año con un primer grupo de pacientes, que se decidirá en función de criterios médicos aún por determinar. “El objetivo del programa es acabar llegando a todos los pacientes de tipo 1”, asegura Vidal.

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«Este aparato es un seguro de vida». Vanessa y Darío. Lleida. Diabéticos tipo 1   Vanessa Guijarro, diabética de tipo 1 desde los siete años, y su hijo Darío, que debutó en la misma enfermedad cuando solo tenía dos (hoy ya ha cumplido los siete), utilizan un sistema de monitorización continua para controlar los niveles de glucosa. Cuentan con él desde 2014 y 2013 respectivamente y, aunque supuso una inversión importante y un gasto cada mes, no cambiarían por nada del mundo la tranquilidad que les da este aparato. “Es un buen control sin necesidad de acribillarte a pinchazos, aunque no los evite todos. Para los niños es fantástico y en mi caso, que sufro hipoglucemias asintomáticas, es vital”, explica Vanessa, vecina del camino de Marimunt y que, a pesar de su enfermedad, ha participado en una expedición al campo base del Everest y ha coronado el Kilimanjaro. “Te da información cada cinco minutos de cómo estás y, además, también ofrece un pronóstico, lo que te permite anticiparte a lo que pasará”, asegura Vanessa. En el caso de su hijo Darío, fueron los médicos de la Vall d’Hebron los que le recomendaron el uso de este aparato. En el suyo lo decidió después de sufrir una hipoglucemia de la que no tuvo ningún síntoma. “Para mí es un seguro de vida porque no noto nada cuando los niveles no están bien”, explica esta leridana, madre de tres hijos, que se muestra encantada con la idea de que el departamento de Salud vaya a financiar este tipo de aparatos. “Es fantástico. Yo tengo la suerte de podérmelo pagar, pero seguro que hay enfermos que no y eso no puede ser. Cuando se subvencionaron las tiras fue un gran paso, pero si hay tecnología hay que aprovecharla”.