Piso social para refugiados en Sant Guim de Freixenet

La parroquia de Sant Guim de Freixenet inauguró el pasado viernes un piso social de acogida para refugiados o personas con riesgo de exclusión social. La vivienda, de unos 40 metros cuadrados, se ha habilitado en un edificio ubicado en el paseo Enric Granados que durante los años 60 fue la escuela parroquial del municipio y que después se convirtió en casa de colonias. Según el párroco de Sant Guim, Jaume Prat, el edificio llevaba dos décadas cerrado por peligro de desprendimiento. Prat explicó que hace unos años mosén Josep Garriga, rector de Tàrrega durante 37 años que murió hace uno y que también estuvo un tiempo en Sant Guim, le hizo un donativo de 40.000 euros para arreglar el edificio. Entonces nació la Associació Amics del Casal Parroquial con el objetivo de rehabilitar el edificio y, gracias a esta ayuda y a otras que llegaron después, fueron haciendo diferentes actuaciones de mejora.

A principios de año se hizo una encuesta entre los vecinos para preguntarles a qué destinar parte del edificio y la gran mayoría votó porque fuera un piso para personas necesitadas. A pesar de haberlo inaugurado, aún faltan algunos trabajos, por lo que la familia de Ucrania que lo ocupará no se instalará hasta agosto. Es una pareja con una hija de 13 años ayudada por Cruz Roja y que tiene familiares en la localidad.