PARECE QUE FUE AYER
El último fin de semana de paz
Lleida vivió un caluroso sábado 18 de julio ajena a la tragedia que iba a desencadenarse 24 horas después
El sábado 18 de julio de 1936 fue el último en que Lleida, una ciudad de provincias de algo más de 40.000 habitantes, pudo disfrutarlo en paz. A primera hora de la mañana del día siguiente, el coronel Sanz al frente de un grupo de soldados del regimiento Albuera 16, acuartelado en la Seu Vella, ocuparía la ciudad en nombre de los golpistas.
En una trágica coincidencia, “La Tribuna” (a 15 céntimos el ejemplar) anunciaba que en el Castillo Principal (Seu Vella) se había llevado a cabo la promesa a la bandera por parte del segundo reemplazo de 1936 en el Regimiento Albuera número 16.
Así que no había excesivos motivos de preocupación para nadie y los leridanos se prepararon para pasar una tarde noche del sábado. La duda debía ser acudir a una más que publicitada velada de boxeo o disfrutar entre las ofertas cinematográficas de los siete cines que estaban a pleno rendimiento en 1936. El que se llevaba la palma era el Teatro de los Campos Elíseos, al aire libre y con una sesión doble con el melodrama español “El hijo del misterio”, con Antoñita Colomé, y “La reina Draga”, la primera película sonora de la actriz polaca afincada en Hollywood Pola Negri, y en la que también debutaba como cantante.
Ese mismo sábado tuvo lugar la Promesa a la Bandera del segundo reemplazo de la Albuera
El diario local de tarde “La Tribuna” hablaba, casi a escondidas, del alzamiento en Ceuta y Melilla
Otro clásico de Lleida era el Rambla, en Ferran, que, en conjunto, ofrecía el programa doble con más peso, con “La pequeña coronela”, con la niña prodigio Shirley Temple dando réplica al veterano Lionel Barrymore; y “Suena el clarín”, un melodrama en que George Raft, el eterno gangster, era esta vez un exdelincuente que se refugia en el toreo para enamorar a Francis Drake con Adolphe Menjou como testigo.
En el Victoria, en la calle Cavallers, “En el viejo Kentucky” que acabaría siendo la última película del legendario aventurero y estrella de los westerns de serie B, Will Rogers, que moriría en agosto de ese mismo año en un accidente aéreo. Junto a esta película, que giraba en torno a la celebre carrera de caballos pura sangre de tres años, se proyectaba asimismo “Noches de Buenos Aires” un melodrama musical protagonizado por la diva argentina Tita Merello, entonces más famosa por ser la compañera sentimental del actor Luis Sandrini. Y todavía, además del Catalunya, Salón Granados y el popular Porfolio (Salón Porfoliograph) aún quedaba el Viñes con otro programa doble. Una alta comedia española titulada “Diez días millonaria”, rodada por el catalán José Buch con Milagros Leal y Luis Peña, y el drama bélico “Capturados”, con Leslie Howard, que poco después protagonizaría “Lo que el viento se llevó” junto a Clark Gable y Vivien Leigth, como oficial americano intentando huir de un campo de concentración alemán.
Claro que siempre quedaba la opción de pasear y tomar un refresco o una copa en el Café Suis, “el más esbelto de la capital”, o en el Exprés Bar, con café traído directamente del Brasil y con especialidad en banderillas o ensaladilla rusa; comer una paella de marisco en el Baviera, que no cerraba nunca; o comprar una coca de recapte en el Forn de l’Escolà que se recomendaba con un contundente “no vos equivoqueu”.