Expectación por la exhumación de Dalí

Salvador Dalí vuelve a ser noticia 28 años después de su muerte, aunque esta vez por un motivo bien diferente al de su legado artístico. Y es que ayer estaba previsto que sus restos volvieran a ver la luz debido a la exhumación ordenada por el juez para conocer si el genio tuvo descendencia, concretamente si la vidente Pilar Abel es hija suya, algo que podría saberse en dos semanas. Fue poco después de las ocho de la tarde cuando la comitiva judicial y el forense llegaron a al Teatro-Museu Dalí de Figueres. Rodeados de una gran expectación de medios de comunicación, vecinos y turistas de la zona que se agolparon en la plaza del museo dedicado al genio ampurdanés, los representantes llegaron en tres vehículos cercados por un vallado y un cordón policial. La alcaldesa de Figueres, Marta Felip; la directora de los museos de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Montse Aguer, (visiblemente compungida) y el gerente de la entidad, Joan Manuel Sevillano, los recibieron en la puerta principal. A medianoche se informó que ya se habían extraído todas las muestras de ADN, cumpliendo así las diligencias solicitadas por el juzgado de Primera Instancia 11 de Madrid.

La salida de una ataúd de metacrilato para colocar los restos de Dalí durante la toma de muestras biológicas sorprendió a los espectadores a la llegada de la comitiva. Antes, prepararon la escena con un andamio para levantar la losa de una tonelada que tapa el féretro y con carpas para evitar imágenes aéreas del cuerpo del difunto. A las 22.20 horas, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya informó de que se había abierto el ataúd y se había empezado a trabajar con los restos mortales.